Rara es la escultura de la ciudad que no ha sufrido ataques en los últimos años pero la imagen de Valle-Inclán en la plaza de Curros Enríquez seguramente es la peor parada. Coincidiendo con el último acto vandálico sobre el Fiel Contraste (al que le arrancaron la báscula) un vehículo dañó la obra dedicada al literato en pleno centro histórico.

Era el enésimo daño en una escultura que ya desde su inauguración ha sido objeto de varios desperfectos, algunos intencionados y que llevaron a cabo gamberros y otros provocados por vehículos que se aproximan en exceso a la obra.

El pasado fin de semana a los desperfectos se sumó la pintura. La escultura amaneció pintada de rosa en un acto que unos interpretaron como una posible intervención artística (incluso una reivindicación feminista a unos días del 25 de noviembre) y otros como una gamberrada.

Visita de Lombera

El escultor autor de la obra, César Lombera, que el pasado jueves acudió a comprobar personalmente los daños en al estatua descarta en todo caso que se haya tratado de un acto improvisado sino "premeditado", mientras que la teniente de alcalde de Urbanismo, Teresa Casal, no cree que se trate de un artista.

Tras el rosario de daños, la aparición ayer de la estatua sin mano ni bastón motivó una nueva alarma de los vecinos. En este caso, no obstante, la medida es en realidad para garantizar la continuidad de la obra y la Policía Local confirmó que se han retirado esas piezas tras comprobarse que estaban mal soldadas.

Volverán en breve a su emplazamiento, mientras que la empresa concesionaria del servicio de limpieza será la encargada de retirar la pintura que actualmente tiñe de rosa la estatua y volverla a su color original.