Desde 1973 ejerció como médico en el Hospital Provincial de Pontevedra y años antes había visto como (bajo el mandato de su padre, José Filgueira Valverde, como alcalde de Pontevedra) se instalaba la factoría de Lourizán. Hoy es, como profesional y pontevedrés, una de las voces críticas a este complejo. "Los pontevedreses teníamos con Ence una condena hasta 2018, no es posible que siga a partir de ese año y la conviertan en cadena perpetua".

—¿Existe algún estudio sobre los efectos de las factorías instaladas en Lourizán?

—No, Pontevedra se caracteriza por no realizar estudios de nada. Es más, se caracteriza por no tener ni la más mínima intención de hacerlos en el sentido de que teníamos la suerte de tener en Rande un grupo de sabios en contaminación y enfermedades laborales que hacían controles en este tipo de empresas y hace años este servicio daba bajas a empleados de Elnosa que tenían, por ejemplo, niveles altos de mercurio. Al cabo de un tiempo la Xunta decidió que este tipo de servicios podían hacerlos empresas externas que no fuesen centros oficiales. Y yo no tengo nada en contra de las empresas externas, pero he sido funcionario toda la vida y soy consciente de que no es lo mismo que un funcionario diga blanco que que alguien diga gris.

—Por no hablar de que esas empresas viven precisamente de realizar esos informes...

—Claro, y que obviamente si tu este año me das un informe negativo yo al año siguiente sencillamente llamo a otra empresa. Y todo eso es muy peligroso: no digo con eso que tenga en absoluto que se hayan hecho informes falsos pero lo que sí es claro es que se han reducido las bajas de personal una vez que todo se ha pasado a la empresa privada.

—¿Es verdad que Elnosa se diseñó precisamente para que la ciudad no corriese más riesgos con el cloro?

—La realidad de la fábrica de cloro fue que en el momento en que Celulosas tenía que blanquear pasta con cloro era más seguro para la ciudad tener una planta pequeña de fabricación de cloro para las necesidades de la fábrica que importar cloro en cisternas por el centro de la ciudad. El problema fue que se puso una planta de síntesis de cloro y se empezó a fabricar mucho más de lo que se debía tan cerca de la ciudad. Esa industria de cloro empezó a producir y mandaba cisternas por las noches por el centro de la ciudad, que era precisamente lo que se intentaba evitar cuando se autorizó la colocación de la planta de hidrólisis.

—Y al cabo de un tiempo occidente deja de importar esa pasta.

—Los países occidentales empezaron a prohibir esas pastas blanqueadas con cloro, cambió el mecanismo productivo y es cierto que en este momento ellos declaran que no están blanqueando con cloro. Venden la fábrica (cosa bastante en duda y no soy jurista pero hay quien dice que las concesiones marítimo-terrestres no se pueden traspasar), eso se pasa a una industria ajena y se sigue fabricando cloro que Ence ya no necesita. La verdad es que en un primer momento, cuando fue la sentencia de Defensa da Ría, el mercurio jugó también un papel muy importante.

—¿Y cuál fue en esa ocasión la versión que comentaba la ciudad?

—La que circulaba en la calle (y que yo tampoco puedo comprobar) es que en un momento dado se hizo una limpieza de las bañeras de hidrólisis y que se vertieron en la ría grandes cantidades de mercurio, accidental o incidentalmente digamos, y como sabe el mercurio no se degrada, no desaparece, se perpetúa en el ecosistema. E indudablemente eso es un problema que puede ser importante, de ahí que es lógico la pregunta que hacía de si hay algún estudio sanitario, porque como aquí no lo hay (se quemó el archivo de toda la medicina local) pues tampoco puedes hacer estudios retrospectivos, de modo que estamos hablando un poco de oídas, pero, sabe, toda la medicina es un poco de oídas: cualquier médico no puede hacer los estudios por su cuenta, pero hay una serie de revistas de alto impacto que explican las experiencias análogas realizadas en otros centros y en otros países.

—¿Y qué indican esas experiencias?

—En Estados Unidos estaban preocupados por este problema del hidrólisis y por las centrales térmicas que queman carbón, les preocupa el mercurio que sale. Y se hablaba del metilmercurio como inductor del daño neurológico y cerebral, hoy hay experiencias que demuestran que produce alteraciones del sistema inmunológico, reduciendo las defensas, la producción de interferón, de mediadores de inflamación etc. Es decir, modifica condiciones orgánicas que pueden producir una serie de trastornos.

—Le dirán que estamos por debajo de los umbrales de salud indicados por la Organización Mundial de la Salud.

—Lo que no se dice es que esos umbrales de salud cuando el producto no es degradable son orientativos. Y eso no es que tengas un pico ahora sino una contaminación persistente que, seguro, buena no debe ser. Así es que ante las ultimas noticias de prensa lo que le puedo decir es el agradecimiento de los pontevedreses a los expertos universitarios que hicieron ese estudio y que supone una advertencia seria: la Universidad de Castilla-La Mancha, con tecnología suficiente para hacer estudios fiables, dice eso. Lo primero es agradecerlo. Y lo segundo que tengo que decir es que las auditorías sólo benefician a la gente que las recibe con humildad: cando te dice una auditoría que tu empresa no va bien lo primero que tienes que pensar es "gracias por decirlo y vamos a analizar porqué", lo que no puedes es empezar con "yo no soy, fue el vecino" y "ahora ya no tengo nada que ver". Oiga, indudablemente de Ence ahora no hablamos, pero sí de Elnosa, que no puede estar tan cerca de la ciudad.

—Ha ejercido décadas en el Hospital Provincial ¿ha visto una mayor incidencia de enfermedades?

—Mire, una vez estaba de guardia y llegaron un grupo de personas intoxicadas agudas. Fue una fuga leve, sorprendentemente algunos venían en su propio coche y declararon que vendría un jeep de Celulosas con más, pero nunca llegó al hospital. Lo que si estuvo claro (y dimos un parte judicial, que era obligatorio) es que nunca más volvió a haber un incidente con cloro en la medicina pública. Ya no le cuento otras cosas que podrían afectar al secreto profesional. La clave es que efectivamente en Pontevedra no hay estudios serios de como Ence y Elnosa dañan la salud y sigue sin compararse la incidencia de cáncer con, por ejemplo, Lugo o Vigo para poder extrapolar. En resultado, no podemos decir cómo afecta a la salud, pero bueno no es. Y todas las ciudades consiguieron que cuando les quedaba una fábrica (antibióticos en León) o una central en el centro pues lograr trasladarla ¿por qué Pontevedra no? Hay que hacer polos de industrias contaminantes, una de las más es Alúmina y si hay que tener ese polo lo lógico es concentrar allí las empresas.