Un estudio elaborado por investigadores del laboratorio de Biogeoquímica de Metales Pesados de la Universidad de Castilla-La Mancha revela que la contaminación atmosférica por mercurio de la planta de Elnosa (Electroquímica del Noroeste SA) de Lourizán registra valores puntuales que multiplica hasta por siete los límites de tolerancia recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sólo otra fábrica de cloro en España supera, y con creces, estos niveles: la planta de Ecross, en Flix (Tarragona).

El estudio, auspiciado por la organización Ecologistas en Acción y que lleva por título "Inmisiones de mercurio de la industria clorocáustica 2006-2010" , fue presentado ayer en Madrid. Al acto asistieron varios cargos y expertos de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, quienes recogieron el informe y se comprometieron a analizar los datos expuestos y a emitir un dictamen.

Por su parte desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras de la Xunta de Galicia declinaron opinar sobre un informe que no conocían y unos datos que "no sabemos si son reales porque hemos pedido al Ministerio de Medio Ambiente los controles oficiales, nosotros no incluimos en los nuestros el mercurio, y no podemos cotejarlos".

Repuntes

El informe del citado laboratorio universitario, adscrito a la Escuela Universitaria Politécnica de Almadén (Ciudad Real), se basa en mediciones realizadas en una jornada aleatoria del mes de julio de 2010. Estos muestreos han permitido constatar que el nivel de contaminación atmosférica por mercurio de Elnosa se sitúa en un promedio de 40 nanogramos por metro cúbico, aunque la planta de cloro de Lourizán registró "un valor máximo en la mañana de 900 nanogramos y por la tarde de 1.408".

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija el nivel máximo de tolerancia de contaminación de este metal pesado en 200 nanogramos por metro cúbico de aire.

El mercurio circula por el agua, el suelo, los sedimentos y el aire, llegando a lugares muy distantes de la fuente de emisión. Sus efectos sobre la salud de las personas está demostrado: trastornos neurológicos y de comportamiento (temblores, labilidad emocional, pérdida de memoria, ...), fallos en el riñón y en el tiroides y afecta al desarrollo embrionario. Además expertos de instituciones como el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer consideran que los compuestos de metilmercurio pueden ser cancerígenos.

La presencia de mercurio en las inmisiones (lanzadas al aire) y en los efluentes (depurados y enviados a la ría) es consecuencia de la tecnología de membrana de mercurio que utiliza la planta de Lourizán para la producción de cloro. Es una tecnología "obsoleta" que todavía mantienen ocho fábricas de cloro en España a pesar de que existe una tecnología "limpia" que erradicaría el metal pesado del proceso industrial.

Estas cloreras suscribieron en el año 2005 un acuerdo voluntario con el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas en las que se asientan las plantas por el cual se comprometían a abandonar definitivamente el uso del mercurio en su sistema productivo en el año 2020 y hasta entonces disminuirían progresivamente el nivel de impacto ambiental.

Ecologistas en Acción forma parte de la red internacional "verde" que ha puesto en marcha la campaña Mercurio Cero (zeromercury.org) de la que forman parte ONG de Canadá, Estados Unidos, India, Brasil, Sudáfrica y China.

Ence aclara

Ante la polémica surgida por las inmisiones de mercurio de la planta de cloro de Lourizán, Ence ha salido a la palestra para dejar claro que nada tienen que ver ya con Elnosa y que su pastera no utiliza mercurio ni cloro en el proceso industrial.

Aunque en el pasado conformaron un único complejo industrial, la Electroquímica del Noroeste pasó a manos de Químigal-Química de Portugal, de la multinacional lusa CUF, en febrero de 2003, fecha en la que se hizo con el 50% de las acciones de la empresa, de las que ya poseía el otro 50% desde diciembre del año 2001.