Reconoce que la situación es complicada, que las sentencias del Tribunal Supremo que ordenan suprimir los pasos a nivel del ferrocarril en Placeres y levantar parte de los rellenos ganados al mar son, hoy por hoy, una espada de damocles. .

– ¿Qué peso tiene el tren en el funcionamiento del puerto?

– Es fundamental. Por ferrocarril están moviendo más de 200.000 toneladas de mercancía, un 10-15% de los casi dos millones que mueve en total el puerto. Pero además mirando al futuro competimos ofreciendo a los empresarios la agilidad y coste que puede aportar una conexión por ferrocarril y que ellos nos demandan. Sin ir más lejos estamos negociando la instalación de firma de distribución para toda Europa. Si nos falla el ferrocarril el puerto no se expansionaría.

– ¿Qué harán ante la sentencia firme que ordena levantar 328.000 metros cuadrados de terreno ganado al mar?

– Nosotros somos muy respetuosos con las decisiones judiciales. Cuando nos manden ejecutar la sentencia habrá que hablar con el TSXG para ver como se hace: si hay que levantar todos los rellenos o encontramos otra fórmula. Ahora mismo este tema no está sobre la mesa.

– Colectivos como Defensa da Ría los acusan de seguir ganando terreno al mar.

– No estamos con nuevos rellenos, lo que estamos haciendo es un muelle, el muelle oeste, con el que pretendemos adaptar el puerto a los nuevos tráficos del canal de Panamá. De hecho tenemos una línea con Chile, otra con Nueva Zelanda... Se está construyendo en lo que es la cabecera de un espigón que se prolonga bajo el agua. Se está levantando una pared desde el fondo del mar que se va a aprovechar como muelle y esa parte que queda entre la pared y la parte superior de la escollera la rellenamos. No se está ganando terreno al mar, sino sobre la base que ya existe se levanta la instalación.

– ¿Son oportunas las obras en plena polémica por los rellenos?

– Lo que hay que plantearse es si queremos un puerto de interés general competitivo o no y si lo queremos hay que ampliarlo y adaptarlo a las demandas internacionales. También vamos a hacer una rampa ro-ro para embarcar vehículos y a modificar el antiguo muelle comercial pasándolo de nueve metros de calado a once y mejorando el viejo muelle.

– Los frentes judiciales pueden hipotecar el futuro del puerto pero ¿se ha producido ya alguna cancelación de negocios?

– No. Hemos crecido en lo que va de año (de enero a octubre, respecto al mismo periodo de 2009) un 23,2% en tráfico de mercancías, mientras que el segundo puerto de Galicia que más ha crecido fue Vigo con el 10,37. Después se sitúa el de A Coruña con un 3,75% en tanto que Ferrol y Vilagarcía bajaron.

– ¿Está Marín captando negocios que estaban en otros puertos o son nuevos?

– Son básicamente negocios nuevos. Por ejemplo, el movimiento de fruta ha pasado de 25.000 toneladas a casi 70.000; la bobina de chapa de acero ha aumentado un 12%, los agroalimentarios han aumentado un 17%, la carga en contenedores, en torno a un 45%

– ¿A qué atribuye estos incrementos?

– Marín es un puerto relativamente pequeño, con un equipo de gestión joven y muy dinámico, que ofrece calidad y agilidad en el servicio y con una situación geográfica que, aunque no es la mejor puede ser la de Vigo, tampoco es la peor. Dentro del puerto trabajan actualmente en torno a 2.400 personas diariamente y la Autoridad Portuaria.

– ¿Cómo afecta la crisis del sector naval a la actividad portuaria?

– Tenemos tres astilleros: el de Placeres, que trabaja muy bien en reparaciones; el de Nodosa que construye un barco y se dedica también a la reparación de buques y después está Factoría Naval que debe entregar en breve un X-bow, lo que le permitirá hacer caja y generar liquidez. Así podrá empezar a trabajar a un ritmo mayor. Ahora tiene algunas dificultades con los bancos que les dan dinero pero no con la rapidez que ellos necesitan. Se lo dan a un ritmo más lento.