El veto de la Xunta al anteproyecto de Ence para construir una planta de biomasa en el complejo industrial de Lourizán se resolverá en los juzgados. La compañía ha decidido formular un recurso contencioso administrativo contra el Gobierno gallego, el primero de una sucesión de desencuentros registrados en los últimos meses entre Ence y la Xunta, y que tiene continuidad con las propuestas del Plan de Ordenación do Litoral (POL) y las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT), objeto también de alegaciones, por el momento administrativas, de la empresa.

El recurso judicial, que Ence ya manejaba desde hace varias semanas y cuya presentación se confirmó ayer, se formula contra la resolución de la Consellería de Industria por la que en agosto pasado excluía a Ence de los posibles concesionarios en Galicia de plantas de biomasa. El departamento que dirige Javier Guerra daba así marcha atrás a la preselección inicial del anteproyecto de Ence, y lo hacía al atender un recurso administrativo del PP local contra esa preselección. Industria alegó que "el proyecto sectorial que regula y concreta los usos permitidos en el ámbito en el que se localiza Ence no admite la instalación de una central de biomasa". En esencia la consellería estima que una planta de este tipo no sería rentable en unos terrenos cuya concesión caduca dentro de ocho años.

Contra este argumento se posiciona la empresa, que hace referencia, precisamente, al plan supramunicipal que aprobó en su día la Xunta y aún está en vigor, "que reconoce el especial interés público y social y la trascendencia geográfica regional de las instalaciones" de Lourizán. De hecho, Ence tiene en marcha otro recurso contra la Ley de Costas del Estado en busca de una posible prórroga de esa concesión más allá de 2018.

Con la presentación del recurso, el grupo que encabeza José Luis Arregui mantiene y reafirma su estrategia a favor de mantenerse a orillas de la ría de Pontevedra y deja clara su "apuesta por la energía renovable" de la biomasa. Hace apenas unos días este grupo activaba una reorganización interna enmarcada en su plan estratégico 2010-2013, que establece la construcción de hasta diez plantas de biomasa en toda España con una capacidad nominal de producción de 210 megavatios (Mw), que se sumaría a los 180 que ya están generando las tres plantas que tiene en funcionamiento, una de ellas en Lourizán. La empresa optó al concurso de biomasa de la Xunta con tres proyectos de centrales energéticas: en Pontevedra (la preseleccionada el 30 de abril y vetada el 17 de agosto siguiente) y en las localidades coruñesas de As Pontes y Curtis.

Pero además esta nueva organización implicó un redimensionamiento de la Asesoría Jurídica con el objetivo de "velar por los intereses de Ence en las distintas instancias". De entrada, este departamento reforzado fue el encargado de analizar la viabilidad de un posible recurso contra el veto de la Xunta y ahora, una vez comprobada esa posible eficacia, se encargará de dirigir la estrategia judicial en los tribunales.