Los miembros de la comunidad cristiana de Monte Porreiro vivieron ayer un momento que llevaban más de 20 años esperando. Por fin cuentan con su propia iglesia. El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, presidió los actos litúrgicos con los que se inauguraba el nuevo templo.

La parroquia del Buen Pastor de Monte Porreiro se constituyó el 1 de octubre de 1990. Desde entonces, los actos religiosos se celebraban en un local provisional en el bajo de un edificio de la calle Luxemburgo. Desde ayer, los feligreses ya disponen de un moderno y bello templo, cuya base tiene la forma de una concha de peregrino, y que es un anhelo desde hace ya 20 años.

Ubicado en la plaza de Europa, los actos de dedicación del templo se iniciaron a las 16.30 horas en el exterior del edificio. Una hora más tarde se celebró la primera misa que acoge esta iglesia, que ofició el propio arzobispo. A los numerosos miembros de la comunidad parroquial de Monte Porreiro que asistieron al evento se sumaron los sacerdotes de las distintas parroquias del Arciprestazgo de Lérez y los religiosos que, desde aquel 1 de octubre de 1990, tuvieron bajo su cargo a la parroquia del Buen Pastor. El actual párroco, Luis Seoane, lleva ya 7 años con los vecinos de Monte Porreiro y recordó que el templo que ayer se inauguraba es fruto del esfuerzo de todos ellos así como de la comunidad religiosa de este barrio pontevedrés.

La participación de los vecinos en este acto fue tal que pese a la amplitud del templo, con capacidad para 300 personas sentadas, la iglesia estuvo completamente llena durante su inauguración.

Además de los actos litúrgicos, el edificio ofrece numerosas posibilidades para toda la comunidad parroquial del Buen Pastor. El templo propiamente dicho está ubicado en la planta baja, en donde se habilitaron otros dos locales parroquiales. No obstante, el desnivel del terreno se aprovechó para dotar al edificio de varias plantas. Así, en el sótano hay diversos espacios multiusos y en la primera planta existe otro local con capacidad para unas doscientas personas susceptible de ser empleado como auditorio, sala de conferencias o reuniones.

Una actuación de la banda de gaitas de Ponte Caldelas y una merienda que se sirvió en el sótano del edificio pusieron el broche de oro a un acto que contó con una gran participación vecinal.