El tema es recurrente. Los empresarios se quejan de que faltan trabajadores cualificados, la administración de que demasiados titulados ven su futuro laboral exclusivamente en la Función Pública, los demandantes de empleo que las oportunidades escasean y los trabajadores que la precariedad laboral avanza a un ritmo indecente. Con este escenario de fondo cada año cientos de adolescentes y jóvenes se dirigen a los institutos para matricularse en alguno de los ciclos formativos (antes Formación Profesional) con el objetivo de cursar unos estudios que le posibiliten la inserción en el mercado de trabajo.

Nueve centros educativos de la ciudad ofertan cerca de 1.100 plazas de ciclos superiores (21) y medios (19) para formar técnicos, cuadros medios y especialistas en trabajos relacionados con la sanidad, la gestión y administración de empresas, comercio, estética y cuidados personales, automoción, electrónica, producción de madera, actividades físicas y deportivas, construcción, artes gráficas, informática, turismo y hostelería, gestión de recursos naturales y trabajos forestales y la educación infantil. Una oferta para acceder al mundo laboral que los directores de los institutos consideran "bastante ajustada", aunque "obviamente mejorable", y en la que los agentes sociales (Cámara de Comercio de Pontevedra y sindicatos UGT, CC.OO y CIG)) echan de menos una mayor oferta de ciclos "industriales" vinculados, por ejemplo, al sector naval o a las energías renovables, de formación en cuidados sociosanitarios y en nuevas tecnologías.

La oferta pública de Formación Profesional de Pontevedra se hace desde los siguientes institutos: IES Montecelo IES Frei Martín Sarmiento (cuatro superiores y cinco medios), ICFP Carlos Oroza (tres y tres), IES Xunqueira I (dos superiores), IES Luis Seoane (cuatro y dos), CFEA de Lourizán (uno y uno), IES Sánchez Cantón (uno superior), IES A Xunqueira ( tres ciclos superiores y cuatro medios) e IES Torrente Ballester (dos superiores).

A falta de cerrar el período de matrícula (el plazo finaliza el 30 de octubre) un primer análisis de la oferta académica-profesional (plazas, inscritos y lista de espera) permite constatar que los jóvenes pontevedreses se decantan sobre todo por los ciclos sanitarios: Anatomía Patológica y Citología, con una oferta de 25 plazas tiene una lista de espera a 54 aspirantes; Laboratorio de diagnóstico clínico, con 22 plazas tiene 75 aspirante; Dietética con 22 puestos, 42 candidatos en lista de espera; Farmacia y parafarmacia con 25 plazas, 83 aspirantes; Cuidados auxiliares de enfermería oferta 40 plazas y tiene 131 aspirantes en espera y Estética personal y decorativa con 22 plazas tiene 63 en espera. También el ciclo de Educación Infantil tiene una alta demanda pues con una oferta de 60 plazas tiene en espera a 79 aspirantes.

Escasa orientación

Los datos facilitados por la Consellería de Educación sitúan en el polo opuesto los cursos de Producción de madera y mueble – ("demasiado teórico" reconoce el director del IES A Xunqueira)– con una oferta de 22 plazas y con, por el momento, sólo tres matriculados y los de Secretariado y Desarrollo de proyectos urbanísticos y operaciones topográficas con una oferta de 30 plazas de las que están cubiertas 13 en cada caso y los de Desarrollo de productos electrónicos y Panadería, repostería y confitería con 22 plazas y 13 y 16 matriculados respectivamente.

Directores como Raimundo Naveira del IES Luis Seoane de Monte Porreiro reconocen que los alumnos llegan a la Formación Profesional con "un deficiente orientación" académica y laboral lo que explica que, el boca a boca, el atractivo que puedan verle y la vocación sean determinantes a la hora de elegir uno u otro ciclo formativo.

También de vocación habla el director del IES Frei Martín Sarmiento, Román Latas, al explicar la razón que lleva a un número importante de jóvenes a decantarse por estudios sanitarios, de estética y cuidado personal y educativos. Aunque en el caso del área de estética, una oferta que hace el instituto que dirige, pesaría también, según la experiencia acumulada en el centro, el hecho de que sus titulados pueden optar (y lo hacen) por el autoempleo.

La condición de ciudad funcionarial y de servicios de Pontevedra está detrás tanto de la implantación de ciclos formativos relacionados con el mundo de la administración y de los servicios, en un sentido amplio, como de su elevada demanda, sostienen los directores de los institutos que recuerdan que también los cursos vinculados a la automoción, la madera y la informática tienen una gran aceptación. Todos ellos registran un elevado índice de inserción laboral, recalcan.

"Practicamente el 90% de muestros alumnos tienen trabajo al finalizar sus estudios" asegura Rafael Núñez, director del IES A Xunqueira, un instituto en el que se imparten ciclos automoción, madera e informática y telecomunicaciones.

También los alumnos del ICFP Carlos Oroza, un centro especializado en restauración y turismo, tienen una fácil inserción laboral al concluir sus estudios, señala su director Primitivo López, quien lamenta que su acceso al mundo del trabajo esté determinado por la precariedad.

Primitivo López destaca que en los últimos tiempos se ha incrementado el número de alumnos que son profesionales en activo o propietarios de pequeños negocios hosteleros que buscan una cualificación académica que garantice sus trabajos y les abra las puertas a la promoción.

Igualmente en los institutos IES Luis Seoane, A Xunqueira y Frei Martín Sarmiento se ha incrementado la demanda de "mayores"(sobre todo parados que retoman los estudios en busca de especialización), tal como confirman sus responsables.

Empresarios y sindicatos

Mientras que el mundo académico se declara "moderadamente satisfecho" por su oferta formativa, los agentes sociales –sin entrar a valorar el coste de la implantación de nuevos ciclos– coinciden a la hora de señalar la necesidad de abrir el abanico de familias profesionales tanto para atender demandas laborales no cubiertas como para marcar y adelantarse a tendencias que se vislumbran en el mercado de trabajo.

En nuestro entorno faltan trabajadores cualificados en el sector naval, como refleja el catálogo de empleos de difícil cobertura de la provincia, especialistas en atención a personas y cuidados sociosanitarios, una demanda que irá in crescendo con la generalización de las obligaciones emanadas de la Ley de Dependencia y el incremento de la esperanza de vida, y personas formadas en gestión de recursos y energías renovables. Es el diagnóstico en el que coinciden los secretarios comarcales de CC OO y UGT, José Luis García Pedrosa y Ramón Vidal, y el responsable de Formación de CIG, Luis Nadar.

Por su parte el presidente de la Comercio de Pontevedra, Francisco Moldes, que también es consciente del déficit de especialistas en el sector naval, apuesta porque la oferta académica insista más en los ciclos relacionados con el sector hostelero y turìstico y en la especialización en sistemas informáticos y administración de empresas y finanzas.

"Os certificados de profesionalidade e os novos requerimentos da UE en materia de emprego afectan directamente a maioría dos traballadores o que lles obriga a ter unha maior cualificación para conservar os seus postos de traballo" recalca Luis Nadar, quien explica que desde CIG, con su propia oferta, se apuesta por una formación de calidad y largo recorrido para afrontar esta adecuación al mercado de trabajo, escaso y cada vez más competitivo y que no sabe de fronteras.