"Desilusionante", "valió de muy poco", "muy poco positiva". Así calificaron los portavoces municipales y el alcalde de Vilaboa la reunión que mantuvo ayer la Comisión de Seguimiento de las obras en la N-554 con el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, y los técnicos de Fomento y de la empresa que ejecuta esta infraestructura. Y es que en este encuentro los responsables del proyecto y el representante del Gobierno central en Pontevedra se negaron a asumir las principales reivindicaciones vecinales que los representantes municipales traían bajo el brazo.

Fernández Álvarez se mostró ayer sabedor de que la postura de Fomento va a generar "discrepancias" y que "las habrá indefinidamente", pero recordó que las obras para transformar este vial forman parte de un proyecto "histórico" en el que se han invertido 8 millones de euros y 1 millón más destinado únicamente a la reposición de servicios que reclaman los vecinos.

En este sentido, el subdelegado explicó que el de la N-554 es un proyecto "sin precedentes" en Galicia en cuanto a la incorporación de las peticiones vecinales, hasta el punto de que "casi se ha hecho a la carta" y que "lo que no se puede es estar indefinidamente recogiendo demandas y necesidades". De tal forma, indicó que se ha diseñado "intentando conciliar el interés general de todos los usuarios que circulan diariamente por esta vía, con la de los vecinos de Vilaboa, que son muchos, y que viven al lado de la carretera". No obstante, añadió que "la obra tiene que terminarse y se va a terminar", explicó.

Fernández considera que el Ministerio incluso ha ido "más allá" de lo que son sus responsabilidades en esta obra y recordó que "llevamos dos años recogiendo propuestas y que no se puede hacer todo ya que los técnicos tienen que trabajar en el ámbito de sus competencias". Reconoce que se trata de un proyecto de "transformación" y, como tal, ha conllevado "cortes de algunos caminos, y que, al haber ampliado el vial, algunos enlaces con fuertes pendientes se han acentuado todavía más, pero estas actuaciones tendrá que ser el Concello quien en el futuro, quizá con recursos propios o de otras administraciones, debe ir mejorando o reformando". "Evidentemente, lo que no se puede pretender es que con una actuación de Fomento se resuelvan los problemas estructurales de Vilaboa", añadió.

Por eso, indicó que la reunión de ayer sirvió para "zanjar" de una vez por todas los flecos pendientes en relación a esta obra pero ya adelantó "se van a mantener algunas insatisfacciones" al no poder asumir todas las peticiones vecinales.

Fernández cree que es hora de finalizar de una vez la carretera y que si el tiempo lo permite, se podría aplicar la capa definitiva de rodadura antes de que acabe el año. No obstante, es posible que los trabajos se extiendan más allá de esta fecha.