No estaba previsto en el diseño inicial del arquitecto José Ramón Garitaonaindía de Vera, pero finalmente se ha decidido incorporar un sendero longitudinal, bajo los tilos de la Avenida de Marín, para que los viandantes puedan transitar de una punta de la vía a otra entre los carriles de circulación de esta carretera. El proyecto incorpora además hasta 14 bancos de madera, entre el mobiliario urbano. En lo que se refiere a la circulación rodada, se sustituirán e instalarán un total de 28 semáforos en el tramo afectado por esta reforma de la PO-12, donde el Concello habilita un paseo marítimo.

El alcalde, Miguel Lores, y el edil responsable de Obras Urbanas, Luis Bará, visitaron ayer los trabajos, que prevén finalizar este año, "incluido o mirador" –aseguró Lores–, a pesar de que esta parte de la obra está pendiente de una autorización de Costas.

Mientras, prosiguen los trabajos para instalar una pasarela de madera sobre la ría, con un ancho mínimo de 2,50 metros. Es la misma anchura que tendrá el carril-bici que se creará entre este paseo y los carriles de circulación del tráfico. Se recuperarán los cuatros carriles entre la rotonda de San Roque y la rotonda de Manuel del Palacio, pero se suprimirá un carril en cada sentido entre esta glorieta y la de Mollabao.

Al margen del paseo sobre la ría, el resto de la obra se terminará el próximo noviembre, según anunció ayer el alcalde Lores.

Se habilitará además un estacionamiento para más de un centenar de vehículos en Mollabao, en la parcela donde actualmente se instalan los circos.

En el paseo central se intercalan tramos de césped con otros de madera de badí (africana) y adoquín azul en varios tonos. El carril-bici, de más de un kilómetro, llegará hasta la rotonda de "Malvar". Está pendiente la creación del mirador en medio del paseo elevado, de madera, para disfrutar de las vistas de la ría y de la ciudad desde este punto.

La obra, que deberá estar finalizada antes de fin de año según las previsiones del Concello, cuenta con un presupuesto de casi tres millones de euros. Además de la reforma estética, la actuación supone la mejora del frente marítimo de la ciudad y un plan de seguridad viaria y de accesibilidad, ya que pasará de ser una "vía rápida" a una zona urbana, con pasos de peatones a nivel, una nueva rotonda de distribución del tráfico en San Roque, la reducción de un carril de salida en Manuel del Palacio y la incorporación del entramado viario a la limitación a 30 kilómetros por hora de toda la ciudad.