El Centro Arqueolóxico de Tourón acogió ayer una original iniciativa la "I Fiesta de Exaltación del Arte Rupestre". El objetivo no era otro que propiciar la puesta en valor del patrimonio arqueológico del municipio de Ponte Caldelas. Para ello, vecinos y visitantes disfrutaron de toda una jornada en la que los petroglifos y grabados prehistóricos se convirtieron en protagonistas desde un punto de vista lúdico.

El programa de actividades incluyó la organización de visitas guiadas y comentadas por expertos, talleres y un espectáculo de música y queimada que puso fin a una jornada mágica en la que los participantes realizaron un viaje al pasado.

El doctor en Historia Buenaventura Aparicio Casado, la responsable del centro arqueológico, María Martín Regueira, el especialista en Historia, Manuel Reboredo y el arqueólogo Lois Villa fueron los encargados de explicar el significado de las cinco estaciones rupestres que se localizan en el centro.

No quisieron perderse la cita los caminantes de la ruta del Camiño dos Arrieiros al Camino de Santiago que hicieron un alto en Tourón, tras finalizar su primera etapa.

Los más pequeños hicieron su peculiar aproximación a las manifestaciones artísticas de sus antepasados a través del taller de "arenoglifos" o con recreación de una excavación arqueológica.