El concello intensifica en este verano la reforma urbana, en este caso pequeñas obras de eliminación de barreras arquitectónicas, en siete zonas de la ciudad que en los próximos meses dispondrán de nuevas aceras, conexiones para bicicletas, "lombos" y otras medidas que incrementen la seguridad de los peatones y ciclistas. Un ejemplo de este trabajo, aunque de mayor calado, es el proyecto de la calle Blanco Amor, que se pone hoy en marcha coincidiendo con la visita a Pontevedra de la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial.

Anna Ferrer, al frente de este departamento de la Dirección General de Tráfico, se acerca a la ciudad del Lérez para conocer de cerca su gestión del tráfico. Así, conocerá las dependencias de la Policía Local para ser informada de los planes de movilidad, Educación Vial, estadísticas sobre accidentes de Pontevedra etc.

También recorrerá parte de la ciudad en coche y a pie con el objetivo de comprobar sobre el terreno las medidas para ralentizar el tráfico, señalización de la zona 30 y las actuaciones previstas para las nuevas urbanizaciones, así como el servicio de Pillabici.

En el caso del centro histórico, podrá comprobar las zonas de coxistencia de tráfico, las de preferencia peatonal o el funcionamiento de la carga y descarga, entre otros temas relacionados con la seguridad vial.

El alcalde, que será el anfitrión de directora del Observatorio de Seguridad Vial en su visita a la ciudad, indicó que Anna Ferrer quería conocer personalmente los trabajos realizados en Pontevedra a fin de que pueda servir de ejemplo para otras ciudades.

La visita se produce precisamente en el momento en que el concello incrementa las obras de reforma. A este factor también contribuyen los meses estivales, ya que se pretende aprovechar las vacaciones de muchos vecinos a fin de reducirles las molestias o, en el caso de Joaquín Costa, porque el Hospital registra en estos periodos una menor actividad asistencial.

Las actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas cuentan con un presupuesto que ronda los 225.000 euros y se llevarán a cabo en la avenida de Buenos Aires (en donde se creará un pao de peatones ante el colegio Manuel Vidal Portela y se mejorarán los de la rotonda del puente de los tirentes, así como la conexión en bicicleta con el puente de Santiago); en la avenida de Uruguay, que contará con nuevos pasos elevados entre la sede del Gremio de Mareantes y un paso bajo el puente de A Barca; y en Reina Victoria, donde se ensancharán las aceras situadas frente al instituto Sánchez Cantón.

El plan de mejoras también incluye varias calles perpendiculares a Fernández Ladreda y otros viales en la zona de la avenida de Vigo.

Asimismo, se acuará en Virxe do Camiño y en Domingo Fontán con proyectos específicos destinados a mejorar la seguridad vial en estas zonas.

En el caso de la calle Blanco Amor, ayer arrancaron los trabajos para la reconstrucción de las aceras con los que se inicia en esta zona el proyecto de seguridad viaria y accesibilidad que ya se ha llevado a cabo en otras zonas de la ciudad. De hecho, la Concellería de Obras Urbanas desarrolla estos trabajos también en Monte Porreiro, en la avenida de Lugo y en Beiramar a fin de implantar la velocidad máxima de 30 kilómetros en todas las calles del casco urbano.