La Diputación Provincial de Pontevedra rubricó ayer un convenio con la ONG Médicos del Mundo que permitirá a este colectivo extender a las ciudades de Pontevedra y Lalín a través de una unidad móvil el programa de atención socio-sanitaria a mujeres en situación de exclusión social que en la actualidad llevan a cabo desde el local que tienen en la ciudad de Vigo. No descartan que, en el futuro, esta unidad móvil les permita actuar también en otras ciudades como Vilagarcía.

La mayor parte de las mujeres que participan en este programas son mujeres que ejercen o se ven obligadas a ejercer la prostitución. Médicos del Mundo atiende cada año en Galicia a unas 1.000 mujeres en esta situación, de las que aproximadamente la mitad se encuentran en la provincia de Pontevedra.

O Pino y Reina Victoria

En la ciudad del Lérez ya han iniciado este programa con visitas a los dos puntos en los que se concentra la prostitución en la calle, en la avenida de Reina Victoria y O Pino, pero su intención es llegar también a los pisos y clubs de alterne. Han elegido Lalín como segundo destino de su unidad móvil por la "gran concentración de clubs" que existen en la zona, indicó Juan Antonio Pulido, coordinador de Médicos del Mundo.

Pulido asistió ayer a la firma de este convenio con la vicepresidenta de la Diputación, Teresa Pedrosa, quien no tuvo más que palabras de agradecimiento a la asociación "por perseguir, en un momento tan delicado como el que estamos viviendo, un mundo más desarrollado y justo". Pedrosa recordó que la Diputación ya colabora con esta entidad a través de otro convenio destinado al mantenimiento del piso de acogida que la ONG tiene en Vigo.

Pulido explicó que en este colectivo están trabajando cuatro personas y otras 20 actúan como voluntarios. Entre las actuaciones que llevan a cabo con las mujeres en riesgo de exclusión están la realización de test rápidos para detectar la presencia de VIH (en lo que son pioneros), la prestación de apoyo y material preventivo, además de desarrollar importantes tareas en el ámbito socio-sanitario y de salud mental. La unidad móvil incluso ofrece un servicio de "calor y café" a estas mujeres que a veces se ven obligadas a ofrecer sus servicios en plena calle a la intemperie.

El representante de Médicos del Mundo explicó que la acogida entre las mujeres está siendo buena pese a las dificultades y reticencias que se encuentran en ocasiones ya que la mayor parte de ellas no tienen los papeles en regla.