La jefa provincial de Tráfico, María Victoria Gómez Dobarro, atribuyó "a un exceso de velocidad y a una pérdida de control del vehículo" el trágico accidente que se produjo el jueves en Caldas y en el que perdieron la vida tres jóvenes universitarios originarios de este municipio, Pontevedra y Marín. Mientras tanto, ayer recibían sepultura en estas localidades las víctimas mortales del siniestro: Lorena Picallo Morrazo, de 18 años; María Isabel Meijón Ortigueira, de 19; y Andrés Aldao González, también de 19 años.

En cualquier caso, la jefa de Tráfico señaló que la investigación de lo sucedido todavía no está cerrada por parte de la Guardia Civil aunque todos los datos recabados apunta a esta causa. María Victoria Gómez realizó estas manifestaciones en Cambados, durante la presentación de una campaña de seguridad vial. Allí volvió a hacer hincapié en que la no utilización de los sistemas de seguridad contribuyó al trágico desenlace en cuanto al número de víctimas mortales ya que dos de los fallecidos que viajaban en los asientos traseros del Peugeot 306 no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

En este sentido, Gómez Dobarro volvió a resaltar la importancia de las campañas de sensibilización y prevención que insisten en la necesidad de llevar el cinturón de seguridad también en los asientos traseros de los vehículos. Resaltó la importancia de que las policías locales se impliquen en las campañas para el uso del cinturón en todos los asientos del vehículo ya que, lamenta, "todavía hay mucha gente que cree que no hace falta ponerse el cinturón cuando van en la ciudad".

Fuentes de la Guardia Civil también apuntaban en el lugar del suceso a que la posible "falta de pericia" por parte de la conductora del turismo, Lorena Picallo Morrazo, de 18 años y quien acababa de obtener justo un día antes el carné, pudo ser otro factor decisivo a la hora de no controlar el vehículo que invadió el carril contrario al salir de una curva y colisionó frontolateralmente contra una furgoneta.

El pasado año el 34% de las víctimas de accidentes en las carreteras gallegas no utilizaban el cinturón de seguridad.

El accidente causó una profunda consternación en los tres municipios de los que eran originarios los fallecidos, que ayer recibían sepultura entre evidentes muestras de dolor.

En el Templo Nuevo de Marín se ofició a las 17.30 horas el funeral por Andrés Aldao González. El Templo Nuevo se quedó pequeño ante los muchos vecinos de Marín que acudieron a arropar a la familia del joven fallecido cuyo cuerpo fue incinerado tras los oficios religiosos.

A las 18.30 horas se celebró en la iglesia de San Andrés de César el funeral por Lorena Picallo Morrazo, una ceremonia en la que también se vivieron muestras de la consternación que se vive en la parroquia de Aboi por este trágico suceso. Miembros de la Corporación municipal participaron en las exequias fúnebres. En el pleno del ayuntamiento se guardó un minuto de silencio antes de que se iniciara la sesión de anoche y se retiraron las banderas oficiales de la balconada del consistorio en señal de luto por el trágico suceso.

A las siete, en la Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra, tuvo lugar el funeral por María Isabel Meijón Ortigueira. Su hermana, madre y su padre, el edil del PP en la capital, Miguel Ángel Meijón, recibieron allí numerosas muestras de apoyo por parte de los presentes, incluida la práctica totalidad de la Corporación Municipal. Fueron muchas también las manifestaciones de apoyo hacia el tío de la fallecida, Guillermo Meijón, diputado socialista en el Parlamento gallego y quien había sido concejal en Pontevedra hasta el pasado mandato. Finalmente, el cuerpo sin vida de esta joven pontevedresa de 19 años fue enterrado en el cementerio de San Miguel de Marcón.

En los tres sepelios hubo una gran cantidad de gente joven, muchos de ellos miembros de la comunidad universitaria, que lloraron las pérdidas de sus tres amigos, estudiantes todos ellos de la Universidad de Santiago de Compostela. En Pontevedra, muchos de los amigos de María Isabel Meijón rompieron a llorar tras depositar unas flores sobre su ataúd.

También acudió al sepelio en la capital el delegado del gobierno, Antón Louro, quien por la mañana se había referido brevemente a este trágico suceso durante un acto oficial. Preguntado sobre el accidente, Louro señaló que "es un hecho dramático" y en el que "la Guardia Civil todavía trabaja para esclarecer lo sucedido por lo que permítanme ser prudente" . El delegado del Gobierno también prefirió no realizar valoraciones sobre la evolución de la siniestralidad en este último mes en Galicia. Cree que no es momento para responder ya que "estamos bajo los efectos del shock" por el último siniestro con tres víctimas mortales, pero señaló que existe "una tendencia hacia valores positivos y que hechos puntuales como éste no la alteran".

El impacto y la conmoción por la muerte de estos tres jóvenes fue tal que ayer se sucedieron los actos de en señal de luto y de pésame a las familias, como fue el caso del Concello de Pontevedra quien aprobó una declaración de pésame a las familias de las víctimas y, en especial, a la del edil Miguel Ángel Meijón.