Un proyecto más caro, con un mayor impacto ambiental y social y que además va a hipotecar la recuperación en el futuro de la fachada marítima de Lourizán. Así definieron ayer diferentes cargos del PP en las instituciones del Estado y los vecinos de esta parroquia de Pontevedra la alternativa elegida por Fomento para ejecutar el enlace entre la variante de Marín y la PO-11 en el conocido como nudo de Celulosas.

El portavoz municipal del PP, Telmo Martín, se reunió ayer con los afectados en el lugar en el que se va a construir el polémico enlace. Allí estuvo acompañado por la diputada popular en el Congreso, la pontevedresa Ana Pastor, así como por la senadora Dolores Pan y diversos diputados autonómicos, entre ellos, la marinense María Ramallo. Pastor anunció que el PP presentará en el Congreso una iniciativa parlamentaria para preguntar al ministro de Fomento, José Blanco, por una obra que consideran un “atropello” para los ciudadanos de la comarca y que terminaría con el “gran sueño de los pontevedreses y de los vecinos de Marín”. Éste anhelo no es otro que recuperar la fachada marítima de la ría una vez que Ence abandone Lourizán, como muy tarde, en el 2018.

Los populares, al igual que la Xunta, defienden un entronque de la variante de Marín con la PO-11 alejado hacia el interior y no tan pegado a la costa, con una rotonda a distintos niveles amenazando a los bancos marisqueros de Lourizán.

Con esta iniciativa parlamentaria, Pastor también pretende, según ella misma indicó, preguntar al ministro Blanco si es consciente de que la alternativa que impone el Ministerio “es entre seis y ocho millones más cara” que la propuesta que defiende la Xunta y el PP, además de tener un menor impacto ambiental y social.

Y es que Ana Pastor comparó la construcción de este “scalextric” de varios pisos en el actual nudo de Celulosas con el daño ambiental que causó en la ría la implantación del complejo pastero de Lourizán.

Para la diputada popular, la ejecución de este proyecto tal y como está diseñado en la actualidad tendría un triple efecto perjudicial para la comarca. El primero sobre la ría, debido a las importantes demoliciones y movimientos de tierra que es necesario hacer justo encima de la línea costera; el segundo sobre los vecinos de Lourizán, ya que muchas viviendas quedan encajonadas bajo un viaducto y tendrán que sufrir unas obras de gran dimensión y calado; y el tercero una consecuencia de directa de los dos anteriores, ya que al afectar las obras sobre el ecosistema de la ría se dañará la capacidad productiva de los bancos de marisco y se “condicionará el futuro desarrollo económico y social de Marín y Pontevedra”. A este último punto también se sumaría la imposibilidad de recuperar medioambientalmente esta zona tras la marcha de Ence.

La diputada popular pide ahora que Fomento apueste por esta alternativa menos agresiva y más barata y que destine los más de 6 millones que se ahorrarían a recuperar el ecosistema de la ría de Pontevedra.

Los vecinos de Lourizán que se reunieron con los representantes del PP también mostraron su malestar por la alternativa finalmente elegida por Fomento. Aseguran que las familias de un total de 10 viviendas se verán condenadas a “vivir encaixonadas baixo un viaducto”. Además, temen que el volumen de la obra que hay que realizar es tan importante que puedan sufrir daños irreparables en los inmuebles como está ocurriendo con las obras del AVE en otros puntos de la comarca. Después de realizar numerosas protestas, los afectados están dispuestos a volver a movilizarse para que Fomento cambie de idea.

Vivir bajo un puente

Hay afectados que no se resignan a tener que “vivir bajo un viaducto”. Incluso estarían dispuestos a que les expropiasen la vivienda si les pagasen lo que realmente valen sus propiedades, pero las cantidades que les ofrecen son insuficientes.

La actual conexión de la variante de Marín entroncaría con el nudo de celulosas al borde de la ría con una rotonda a varios niveles para enlazar con la PO-11 y la autovía entre Pontevedra y la localidad portuaria.