Todavía no está “humanizado” ni es peatonal, pero ya aspira a convertirse en un campus “ecológico” y sostenible”. En esta “carrera” entre centros universitarios para rebajar la factura energética, la facultad de Ciencias Sociales y la Escuela de Fisioterapia fueron las que registraron una bajada mayor de consumo de combustible, con un 19,3% y un 34% respectivamente. En la otra cara de la moneda se encuentran Bellas Artes y Forestales, los únicos edificios del campus en los que aumentó el consumo, un 9,8% en el primer caso y un llamativo 24% en el segundo. Se trata, eso sí, de los dos inmuebles más antiguos de la Universidad de Vigo en Pontevedra.

Ciencias Sociales vuelve a estar en cabeza en el caso de la electricidad, con un recurso de 17%, mientras que Forestales compensa con una caída del 14% en la luz lo que sube en el consumo de otros combustibles. Ciencias de la Educación y del Deporte y el Pabellón Universitario son los que aumentan la factura en esta modalidad.

Estos datos figuran en la auditoría de sostenibilidad realizada por el Área de Planificación, un estudio que analizó también las medidas aplicadas para reducir los consumos energéticos y que se centraron en introducir las energías renovables y en controlar las propias instalaciones, según indica en el Diario de la Universidad de Vigo (Duvi) Alejandro Martínez, aparejador del Área de Planificación y uno de los autores del informe, junto con Ángeles Miguens. Este técnico indica que una de las primeras actuaciones fue localizar las instalaciones que más consumían para corregir ese funcionamiento.

Placas solares

La apuesta por las energías renovables se plasmó durante estos meses en tres actuaciones concretas. La primera fue la instalación de un sistema de ventilación con recuperadores de calor en la facultad de Ciencias de la Educación. Con una inversión de 40.000 euros, se creó un dispositivo que conecta las aulas con la galería, lo que permite renovar el aire con un modelo eficiente. Según Martínez, en verano el aire procede del exterior y no se recupera el calor, y en invierno, la galería caliente el aire y se recupera el calor de las aulas. De este modo, en un día de invierno con 10 grados en el exterior se logra una temperatura de 20 grados en las aulas.

En este mismo centro se instalaron colectores solares que evitaron la emisión a la atmósfera de 9,61 toneladas de CO2. A su vez, en el Pabellón Universitario se colocaron paneles solares térmicos que cubren prácticamente la totalidad de la demanda de agua caliente sanitaria del edificio, según añade el Duvi, que explica que estas dos últimas actuaciones contaron con un presupuesto de unos 54.000 euros.

Pero el afán por convertirse en un campus sostenible no se queda aquí y el objetivo a medio plazo es introducir la energía fotovoltaica, para la que ya se dispone de unos 100.000 euros, y se busca la parcela idónea para su ubicación. Todo ello tienen la intención de mantener el control de los consumos de cada edificio y reducirlos progresivamente mediante acciones como cambios de cubiertas, aislamientos más eficientes y el uso de vidrios inteligentes.

A pie y en bicicleta

Otro de los apartados de la auditoría se refiere al capítulo de accesibilidad y movilidad, materia en la que uno de los principales retos es la “humanización” del campus, en proyecto desde hace años, pero nunca ejecutada. Aún así, ya se han realizado algunos avances, como la instalación de plazas de aparcamiento y rampas en Ciencias Sociales, así como en Forestales, con una rampa de acceso al semisótano. En Fisioterapia se creó una entrada para camillas y discapacitados.

En cuanto al transporte, los técnicos destacan las “buenas condiciones” de la zona del campus para reducir el uso del automóvil debido a su cercanía al centro urbano. Al respecto se indica que “los desplazamientos son cortos, con un máximo de 700 metros, lo que sumado a la topografía, predominantemente llana, permite ir caminando” indica Ángeles Miguens, que destaca también el uso cada vez mayor de la bicicleta, con varios aparcamientos para ellos y una estación municipal del sistema Pillabici.