La Policía Nacional detuvo a dos personas que protagonizaron un rocambolesco suceso en pleno centro de Pontevedra con el objetivo de cobrar una supuesta deuda. Se trata de un vecino de Pontesampaio, M. M. G., de 36 años de edad, y A. G. M., de 37 años y residente en A Canicouva; quienes supuestamente robaron un coche y agredieron a su dueño para amedrentarlo y amenazarlo con dañar su vehículo si no pagaba el dinero que les debía.

Los hechos se produjeron el pasado viernes sobre la una de la tarde, cuando se recibió una llamada en la centralita de Comisaría en la que una persona denunciaba que acababa de ser víctima del robo de su coche tras sufrir una agresión en las inmediaciones de la calle Estación.

Hasta el lugar de los hechos se desplazó de inmediato una patrulla de la Policía Nacional que localizó en el aparcamiento de la estación de autobuses a un joven que sangraba por la boca y que presentaba un golpe en el mentón.

Los funcionarios le identificaron y tras preguntarle qué era lo que le había sucedido, esta persona les explicó como instantes antes, cuando salía de un conocido gimnasio ubicado en la zona, se dirigió hacia su vehículo, que estaba aparcado, y se subió en él. En ese mismo momento, dos individuos se subieron al coche agarrándole por detrás al mismo tiempo que uno de ellos le propinaba un fuerte golpe con el puño que impactó en la mandíbula. Luego ambos sujetos huyeron del lugar, uno en el coche de la víctima y el segundo en otro turismo.

Los agentes continuaron interrogando a la víctima de la agresión de tal forma que pudieron averiguar que uno de los presuntos autores regentó en su día un taller mecánico en el término municipal de Vilaboa.

Tras comunicar este dato al resto de las patrullas, así como las características físicas de los asaltantes y de los vehículos implicados, se estableció un dispositivo de búsqueda que dio sus frutos cuando una dotación policial localizó en una gasolinera de Vilaboa el coche utilizado por uno de los implicados para escapar del lugar de los hechos.

Al mismo tiempo, observaron que el segundo sujeto implicado en estos hechos –y que era quien había golpeado a la víctima– salía de un bar y se disponía a montar en una motocicleta.

Los agentes se bajaron inmediatamente del vehículo y procedieron a interceptar a este individuo. Tras identificarlo comprobaron que entre sus pertenencias llevaba las llaves del vehículo que acababa de ser robado en Pontevedra.

Reconoció los hechos

En ese momento procedieron a su detención, reconociendo esta persona que él, junto con unos amigos, acababan de sustraer a la fuerza el vehículo de la víctima con la intención de amedrentarlo y cobrar una deuda que supuestamente tenía pendiente con ellos. Al parecer, pretendían intimidarlo y amenazarlo con quemarle el coche si no pagaba el dinero que debía.

Inmediatamente después, los agentes localizaron en el interior del bar del que salió el primer de los detenidos al segundo de los implicados en este suceso, propietario del coche aparcado en el exterior del bar y en el que huyó desde Pontevedra. Fue detenido y trasladado a dependencias policiales en donde prestó declaración.