La fuerte explosión no sólo destrozó los dos locales del edificio afectado sino que también dañó ventanas en los pisos superiores y adyacentes y lanzó cristales a una velocidad tal que incluso llegaron a clavarse en el cemento de los edificios y algunos a derribar muros de ladrillos y de piedra. También causó daños en dos coches estacionados y en la cafetería Meigallo. Una cristalera llegó a una finca separada del local siniestrado por la carretera y un muro.

Técnicos de Urbanismo del Concello de Sanxenxo se encargarán ahora de supervisar el estado de algunos de los tabiques derribados aunque tras un análisis inicial se descartó que la explosión produjese daños en la estructura del edificio.

Una vez que la Policía Científica concluyó su trabajo se iniciaron las labores de desescombro en las calles afectadas por la explosión para lo que se trasladó a la zona un contenedor de obra.

Un equipo de carpinteros procedieron a tapiar los huecos de las ventanas para impedir que nadie pudiera acceder al interior de aquellos inmuebles en los que los cristales salieron volando por los aires.