El Concello busca con Cáritas Diocesana y el Consorcio Galego para o Benestar e a Igualdade una fórmula para evitar el cierre de la guardería Dálmata que la organización católica gestiona desde hace años en el barrio de A Seca, según confirmó ayer la concejala de Benestar Social, Margarita Castejón.

La concejal señalaba que existe la "voluntad política" de los responsables municipales de mantener abierto el centro infantil, aunque reconocía que la solución es complicada ya que tanto la titularidad del inmueble que ocupa es de Cáritas y su personal ha sido contratado por al organización. Según Castejón existen dos posibilidades: o bien que el Consorcio Galego asuma el centro y el personal incorporándolo a su red infantil o bien que el Concello firme un convenio a tres bandas (con la Xunta y Cáritas) para definir competencias.

"Cáritas está dispuesta a ceder el local" aseguraba Margarita Castejón pero la solución es compleja, por lo que confía en que la organización mantenga la escuela abierta hasta encontrar la fórmula adecuada. Càritas ha manifestado ya su intención de deshacerse del centro, que tiene 50 plazas.

La concejala de Benestar Social habló ayer de otra guardería, la proyectada para el barrio de Monte Porreiro. Anunció que se ha puesto en marcha la tramitación para sacar a concurso las obras de la segunda fase del centro, por un valor algo superior al medio millón de euros. El plazo de ejecución será de seis meses.

La segunda fase de la guardería de Monte Porreiro se hará sobre el proyecto del arquitecto José Luis Basanta. Las dependencias se extenderán sobre una planta baja, con dos niveles.

Tendrá una capacidad de 60 plazas: un aula para bebés de cero a un año (8 plazas), otra para pequeños de uno a dos años (8 plazas) y dos aulas de dos a tres años (40 plazas).

Por último la concejala de Benestar Social señaló que las obras de construcción de la futura guardería de A Parda, iniciadas hace más de dos años, están en su última fase. Tendrá 112 plazas.