El gobierno local no se pronunciará oficialmente sobre el futuro del puente das Correntes sobre el río Lérez, paralizado desde junio pasado, hasta que Costas emita un informe por escrito de sus exigencias para autorizar la reanudación de las obras. Este "silencio" fue ayer la respuesta del concejal de Infraestructuras. César Mosquera, a las declaraciones del nuevo responsable provincial de Costas, Cristóbal Fernández, quien recordó que "la solución pasa por eliminar del proyecto la construcción de la rotonda prevista en la confluencia de la salida del puente con la avenida de Domingo Fontán, lo que evita la afectación a la zona de las marismas del Alba".

Pese a todo, el gobierno local confía en lograr un acuerdo con este departamento del Ministerio de Medio Ambiente para que finalmente se mantenga esa glorieta, toda vez que se considera fundamental para regular el tráfico una vez se abra el puente.

Costas, al margen de denunciar la ocupación de terrenos marítimo-terrestre sin permiso, considera que esa rotonda invadiría zonas de su competencia en las marismas del Alba, aunque el concello cree que no existe tal afección, de modo que aún confía en un hipotético acuerdo.

En todo caso, en el seno del gobierno local se intenta disimular el malestar existente con Costas no ya por la paralización de las obras sino, sobre todo, por el retraso que acumula su posible autorización. La orden de suspensión de los trabajos llegó a manos municipales el pasado 12 de junio y se han cumplido ya seis meses sin avances. La orden de suspensión inmediata de aquellas labores obedecían la hecho de que carecen de permiso para ocupar terrenos marítimo-terrestres en la avenida de Domingo Fontán. El concello, que sí había solicitado previamente esa autorización, se la saltó poco después y comenzó la ejecución sin ella.

Avenida del Uruguay

Junto a los seis meses sin obras, se cumplen además ocho meses de corte parcial de la avenida del Uruguay, al otro lado del río de la zona en discusión. El 13 de abril se cerraron dos de sus carriles, en un tramo de unos 300 metros a causa de una obra que apenas avanzó desde entonces, si bien tampoco presentaba un ritmo excesivo desde su "primera piedra", en diciembre de 2008.

Según los datos municipales, la empresa adjudicataria de las obras, contratadas por unos siete millones de euros, trabaja desde hace meses en el diseño y construcción de la estructura metálica del viaducto. La previsión inicial de disponer de este puente a principios de 2011 parecen ya desfasadas, toda vez que el periodo de ejecución se estima en unos 24 meses y apenas se ha comenzado la obra, casi un año después de la "primera piedra".