El convenio de obras viarias que el alcalde, Miguel Fernández Lores, firmó hace unos meses con el ministro de Fomento José Blanco "avanza a toda máquina", con la mayor parte de sus previsiones ya en marcha. Pero el ministerio no parece dispuesto a ampliar o mejorar su contenido con la inclusión de una de las actuaciones más demandadas por el gobierno local desde hace años: la remodelación del nudo norte de la autopista en A Barca y su conexión directa con el futuro puente das Correntes.

El propio Lores y el concejal de Infraestructuras, César Mosquera, celebraron el pasado miércoles en A Coruña una reunión de seguimiento del convenio con el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, Ángel González del Río. En esa comisión el representante ministerial explicó que "no hay ninguna orden de Madrid" para estudiar la reforma del nudo de A Barca, según admitió ayer Mosquera, lo que supone, en la práctica, condicionar el tráfico que circule por el futuro puente das Correntes, ya que se corre el riesgo de que la zona consolide los atascos actuales.

La pretensión municipal es que Fomento elimine el sistema actual de accesos y salidas en la zona, muy complejo (especialmente delante del Parque de Bomberos) y establezca unos accesos directos desde la avenida de Domingo Fontán y el propio puente das Correntes. Esta demanda fue planteada el pasado 13 de noviembre por el alcalde al delegado del Gobierno, Antón Louro, durante su visita oficial a Pontevedra. Entonces Lores reclamó un "trabajo serio y rápido" para resolver ese nudo, pero la falta de respuesta hasta ahora y la negativa escuchada el miércoles por boca de González del Río, ha llevado al gobierno local a apostar por una "negociación política" directa, que se plasmará, de entrada, en la presentación de una iniciativa en el Senado (a través del senador del BNG Xosé Manuel Pérez Bouza) para reclamar una vez más ese proyecto.

Al margen de esta descartada actuación, el contenido del convenio entre ambas partes sí parece avanzar a buen ritmo, sobre todo en lo que se refiere al nudo de O Pino, precisamente el otro "punto negro" del tráfico en el casco urbano. Si en el caso de A Barca no parece haber interés del ministerio en su remodelación, sí se dispone ya de las ofertas para adjudicar la remodelación de las glorietas de O Pino, y se trabaja también en las expropiaciones. Según González del Río, la primera obra será al apertura de un ramal directo desde la PO-10 hacia la N-550 en dirección a Vigo, para que el tráfico procedente de la autovía de Marín y que enfile hacia el sur no tenga que atravesar las futuras rotondas.