Centenares de personas quisieron dar ayer su último adiós al patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de San Telmo y concejal de Deportes, Miguel Pazos Barros, que falleció el martes, a los 40 años de edad, tras ser víctima de un atropello. Representantes del ámbito de la política, del sector del marisqueo de toda la ría pontevedresa y del deporte acompañaron en la tarde de ayer a los familiares y amigos del fallecido en el funeral que se celebró en el Mosteiro de San Xoán.

El goteo de representantes políticos de distintos partidos fue continuo. Así, en el ámbito autonómico cabe citar la presencia de la titular de la Consellería do Mar, Rosa Quintana, la ex conselleira de Pesca, Carmen Gallego, y el diputado parlamentario por el BNG, Bieito Lobeira. Tampoco faltaron miembros de la corporación del gobierno local pontevedrés, entre ellos, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, la concejala de Festexos, Anxos Riveiro, la responsable de Medio Urbano y Facenda, Raimundo González, junto con la teniente de alcalde, Teresa Casal, y el portavoz del PP, Telmo Martín. También lo hizo Rafael Louzán, presidente de la Diputación Provincial.

También quiso dar su último adiós a Pazos Barros la totalidad de la corporación municipal de Poio, de la que el fallecido formó parte durante los últimos seis años, momento en el que asumió la gestión del área municipal de Deportes. La comitiva estuvo configurada por los portavoces de los tres grupos políticos, Luciano Sobral alcalde y portavoz del BNG, Chelo Besada, portavoz del PSOE, y Javier Domínguez, líder del PP local.

La comitiva fúnebre, que abarrotó el interior de la iglesia y la plaza del monasterio, se dirigió al término del oficio religioso al cementerio de Combarro, donde Miguel Pazos recibió cristiana sepultura a las 18.00 horas. El féretro, cubierto con una bandera de Galicia, iba flanqueado por seis furgones de la funeraria, que transportaban decenas de ramos de flores y coronas con mensajes de sus compañeros, amigos y familiares. La emoción y consternación de todos los allegados era visible a lo largo de todo el trayecto. Varios efectivos de la Policía Local se encargaron de regular el tráfico en el vial de acceso al monasterio.