La rocambolesca historia que se inventó un vecino de Pontevedra para intentar tramitar lo más rápido posible la documentación que había perdido le puede costar caro. Este varón de 30 años, D. O. S., denunció en Comisaría que había sido víctima de un espectacular robo en el que los ladrones incluso intentaron llevarse a su bebé. Sin embargo, dicho asalto nunca existió, los agentes de Comisaría lo descubrieron y ahora deberá responder ante un juez como supuesto autor de un delito de simulación de infracción penal.

Los hechos se remontan al pasado 2 de octubre. Ese día el imputado se personó en Comisaría asegurando que había sido víctima de un robo a plena luz del día, sobre las 16,10 horas, cuando se disponía a sacar un extracto del cajero de una entidad bancaria de la ciudad.

Según el relato del denunciante, cuando se encontraba en compañía de su hijo menor se acercaron cuatro individuos que le agarraron por la espalda al tiempo que le ponían un objeto punzante en el costado, exigiéndole que les entregase la cartera. El ahora detenido dijo a la Policía que se negó a dársela y que fue entonces cuando estos cuatro sujetos se apoderaron de la silla del bebé para intentar llevárselo, indicaron fuentes de la Comisaría. Finalmente, fue esta actitud de los ladrones la que habría obligado a D. O. S. a ceder y entregarles la cartera, según dijo a los policías.

Sin embargo, los agentes encargados de la investigación realizaron diversas indagaciones y desconfiaron de algunas lagunas que presentaba la denuncia de este hombre, de tal forma que llegaron a demostrar que los hechos no sucedieron tal y como relató en su comparecencia en Comisaría. El denunciante reconoció finalmente ante los agentes que se lo había inventado todo. ¿La causa? Según fuentes de Comisaría, el detenido les explicó que en realidad había extraviado su documentación y que pensaba que de esta forma la podría tramitar con mayor agilidad.

Tras ser arrestado, prestó declaración de nuevo en Comisaría, reconoció la falsedad de los hechos denunciados y quedó en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado cuando sea requerido.