Además de los 300.000 euros en nuevo mobiliario que el concello destinará a su nueva sede provisional de la calle Michelena, el traslado de los servicios municipales a este edificio, antigua delegación de Facenda, exige un amplio plan de obras y rehabilitaciones interiores. En la actualidad se trabaja en la conexión informática y cableado del inmueble, imprescindible para afrontar el resto de la mudanza. Pero también hubo que pintar el interior, restaurar el sistema eléctrico, reponer luminarias y revisar sistemas como el ascensor, el aire acondicionado y la seguridad, además de instalar algunas mamparas divisorias.

Las previsiones de la concejala de Patrimonio, Margarita Castejón, apuntan a que en las próximas Navidades, si no todos los servicios, sí muchos de los existentes ahora en la Casa Consistorial estén funcionando en Michelena, entre ellos, todos los despachos de los concejales.

La idea es que el edificio de la plaza de España quede totalmente vacío, para acometer su rehabilitación integral. Sin embargo, no será el único inmueble municipal que quede sin uso por obras. También está previsto restaurar por completo el Chalé de Fontoira, cuyos servicios (Padrón, Cultura y Fiestas, Servicios Sociales...) también tendrán que buscar nueva ubicación.

Efecto dominó

En realidad, se trata de un proceso con efecto dominó: parte de lo que quede libre con el traslado a Michelena se ocupará con las oficinas de Fontoira. Pero aún así no será suficiente. Los servicios de los locales alquilados en Arzobispo Malvar (Personal, Asesoría Jurídica) pasarán a la antigua delegación de Facenda y las dependencias que deje libres irán departamentos de Fontoira como Servicios Sociales, que exigen una conexión informática ya existente. El resto se repartirán por la Casa Azul e incluso por la antigua delegación de Educación. Margarita Castejón apuntó ayer que la Diputación (a la que se cedió desde el concello ese edificio de Montero Ríos) permite el uso de una parte para el departamento de Cultura y Fiestas.

La restauración integral del Chalé de Fontoira durará aproximadamente un año, pero no hay ninguna previsión sobre el tiempo que el concello permanecerá en Michelena. Todo apunta a que serán bastante más de los tres años programados inicialmente, ante el retraso que acumula el Edificio das Artes, imprescindible para que quede libre el cuartel de San Fernando, destino final de todas las oficinas municipales.

La opción de regresar a la Casa Consistorial una vez reformada no se contempla, al menos de momento, ya que se pretende destinar únicamente al apartado institucional, desapareciendo su actual uso de atención al público.