La huelga de basuras vuelve a ponerse encima de la mesa. Así lo aseguran los representantes de la plantilla de Cespa, aunque admitiendo que es un posibilidad que resurge "como última medida de presión". Todo para lograr la admisión del trabajador despedido, por el que ya se realizó un paro indefinido la pasada primavera. A pesar de que el operario fue en su momento devuelto a su puesto de trabajo, ahora está otra vez en la calle y a la espera de un juicio contra la empresa. Éste se volvió a aplazar ayer, aunque ahora de forma indefinida.

La vista, del empleado contra la concesionaria de la recogida de basuras, estaba ya programada para el pasado mes y se suspendió entonces en virtud de un posible acuerdo entre las partes. De lo contrario, la cita se marcaba para ayer por la mañana.

En cambio, el proceso se aplazó una vez más, aunque esta vez por razones distintas y vinculadas a motivos de procedimiento y en espera de una resolución anterior. Si bien todavía no hay fecha para su celebración, parece que sería, según apuntan desde la representación ugetista en el comité, a finales de este mes cuando con mayor probabilidad semeja que se realizaría.

Mientras tanto, estos mismos interlocutores volvieron a alzar la voz contra la dirección. Y es que consideran incumplido el pacto mediante el que se puso fin a la huelga y que incluía la reincorporación de este empleado. Aunque en un primer momento este empleado, acusado por la empresa de causar daños en el parque móvil, regresó a la plantilla, tiempo después volvió a quedarse sin ocupación.