A falta de la designación oficial de su grupo, Cabeza aspirará por primera vez a ocupar el Rectorado en mayo. El líder de la oposición intentará frenar un segundo mandato de Alberto Gago, que, salvo catástrofe, se presentará a la reelección. Dice percibir "insatisfacción y ganas de cambio" y promete una campaña "en positivo".

–¿Qué balance hace del gobierno de Alternativa Universitaria dirigido por Gago?

–Su gestión ha ido empeorando. El equipo de gobierno en absoluto funciona como un colegio, no hay corresponsabilidad en la toma de decisiones y existen inmensos desequilibrios. Una parte del equipo va por libre. No hay solidaridad.

–¿Actúa solo el rector?

–Hay demasiado ruido dentro del equipo.

–En la Universidad se escuchan voces contrarias a la politización del Rectorado.

–Nosotros apostamos por un equipo de gobierno plural, que no es lo mismo que despolitizado, pero con complicidad y un proyecto común. En nuestra lista habrá personas vinculadas públicamente con los tres partidos con presencia en el Parlamento.

–Al rector Gago se le ve más crítico ahora con la Xunta respecto a temas como la financiación que con el bipartito.

–El problema de la financiación es grande. Que ahora la crítica sea más pública se debe a que la gestión interna es pésima y hay que buscar un culpable fuera. El presupuesto de la Xunta reflejará sus prioridades y valoraremos de forma muy adversa cualquier recorte o nuevo plan que no incluya un aumento neto respecto al anterior.

–¿Cómo cree que la Universidad ha manejado sus fondos?

–Muy mal. Las épocas sin estrecheces económicas se han aprovechado para generar más desequilibrios y agravios. Hay áreas de conocimiento, como las tecnológicas y algunas ciencias sociales, muy dotadas en cuanto a profesorado y otras, sin ningún potencial para desarrollar su actividad docente e investigadora porque están asfixiadas. Fallan los criterios de promoción. Y en un momento económico muy deficitario reequilibrar esto va a ser muy difícil. Será uno de nuestros objetivos, además de la transformación de los títulos en grados.

–Bolonia vive este curso su prueba de fuego, ¿cómo se ha llegado a este punto del camino?

–Estamos al comienzo de muchas pruebas de fuego. El proceso ha sido la ley de la selva. Sin reflexión y sin medios. Y ahora el rector está intentado abrir por la puerta falsa dos nuevas titulaciones, Ciencias Ambientales e Ingeniería de la Energía, creando un desorden monstruoso.

–Tras dar por roto el sistema gallego debido la polémica de Empresariales, Gago dice estar liberado para presentar nuevos grados.

–La primera obligación de un rector es tener complicidad con los otros y la travesía de Gago ha sido la contraria y además de forma pública. De esta manera, conviertes a la Xunta en árbitro y todo es más imprevisible. Claro que queremos esas titulaciones, pero también otras universidades. Los grados necesitan una ortodoxia, ser generalistas y reconocibles socialmente. Eso nos hará más competitivos.

"Se ha gestionado al margen de la inmensa mayoría"

–La falta de fondos ha dejado en el cajón las pasarelas de Da Rocha. ¿Están garantizadas las nuevas infraestructuras de investigación?

–Se han asumido unas decisiones de inversión equivocadas. Es verdad que parte se hizo con fondos europeos, pero este dinero propio habría que dedicarlo más a personas y centros que a edificios. Lo que hay en marcha habrá que acabarlo, pero mi pregunta es que si hay dinero para todo esto ¿por qué no lo hay para una guardería? Nuestra prioridad como elemento de planificación será la sostenibilidad.

–¿Cree asumibles los 67 másters de este curso?

–Nunca seremos competitivos de esta forma. Es una cifra desorbitada. Ojalá no cierre ninguno, pero hay muchos interrogantes. Una inmensa mayoría son muy vulnerables. Tampoco hay un control ni siquiera científico y, en ocasiones, quienes lo tienen son las entidades financiadoras.

–¿Actúa la Universidad por encima de sus posibilidades?

–Lo que pasa es que se ha gestionado al margen de la inmensa mayoría. Tenemos muchos valores y potencialidades, pero somos una universidad modesta.

–Después de seis años de recursos, el gobierno ha anulado ocho cátedras concedidas por Docampo. Un problema heredado por su sucesor, Alberto Gago.

–No creo que debamos centrar la reflexión en lo que pasó. El grupo de gobierno lleva doce años, los ocho de Docampo y los cuatro de Gago. La Universidad pide a gritos un cambio.

–A Coruña reclama Medicina un día sí y otro no, mientras Vigo no se pronuncia.

–Esa voluntad está explícita. Pero hay que tener en cuenta que es una titulación extremadamente cara. La pregunta es si va a significar un sacrificio desproporcionado para otras carreras. No critico que los alcaldes pidan la titulación, forma parte del juego, pero deben ser conscientes de la situación económica.

–¿Cómo valora la resolución del tema de Empresariales?

–Se actuó de forma improvisada y al final la salida ha sido regular. Ahora hay que hacer un plan de estudios muy atractivo y diferente al grado en Administración y Empresas.

"Las campañas del gallego han sido demenciales"

La repentina muerte de José Tojo en 2006, en el que siguen "reconociéndose, dejó a Nova Universidade sin candidato poco antes de las elecciones. "Ahora ya no hay excusa", dice Cabeza, que adelanta una "clara renovación" y caras de los tres campus.

–¿Cuáles serán las prioridades de su equipo?

–Daremos mucha importancia a las relaciones institucionales, uno de los ámbitos con una ejecución más pobre. Queremos estar más presentes en Vigo, Ourense y Pontevedra. Haremos un Vicerrectorado de Sostenibilidad y Planificación, agruparemos en otro todas las políticas europeas y queremos dar mucha más fuerza a los estudiantes y el voluntariado. También desarrollaremos políticas transversales sobre género, edad, discapacidad y lengua. Las campañas a favor del gallego han sido demenciales. La convivencia se hace de otra forma.

–¿Será paritario como el de José Luis Legido?

–Cumpliremos con la ley por vocación, no como el grupo de Gago que lo ha hecho por imposición legal.