La Consellería de Medio Ambiente ha declarado "zona de seguridade para efectos cinexéticos" los terrenos próximos al río de Os Gafos, lo que supone que no se podrá cazar en las orillas del río a lo largo de todo el tramo rural de Tomeza. La administración autonómica responde así favorablemente a una solicitud planteada en enero de 2008 por la asociación ecologista "Vaipolorío", respaldada por 18 entidades más.

"Con esta medida garántese que os usuarios deste espacio non corran perigo e contribuimos a unha maior riqueza ornitolóxica da zona", expuso el portavoz de "Vaipolorío", Gonzalo Sancho, al conocer la declaración publicada en el Diario Oficial de Galicia de ayer.

Esta protección se decreta a diez días de comenzar la temporada de caza, lo que supone que será el primer año en el que los cazadores no puedan realizar esta actividad en el entorno de Os Gafos. La restricción se limita al tramo de Tomeza, donde el río se denomina O Toxal.

La agrupación "Vaipolorío", que desde hace diez años trabaja en la recuperación y saneamiento del río y su entorno, comenzará la próxima semana una campaña de instalación de carteles en las zonas afectadas por la medida, para información de todos los vecinos y aficionados a la caza que hasta ahora realizaban esta práctica en la zona.

En el momento en que "Vaipolorío" presentó esta solicitud a la Consellería de Medio Ambiente, exponía que se detecta una gran afluencia de cazadores al entorno de Os Gafos, en una zona además donde no abunda la fauna. Buscaban preferentemente torcaces y otras aves. Prueba de esta presencia masiva de cazadores son los numerosos cartuchos recogidos durante las campañas de limpieza del río, que también hace esta asociación.

Pero la petición no respondía únicamente a una llamada de atención sobre la conservación de la fauna del entorno, sino también por la seguridad de las personas que acostumbran a pasear por las orillas del río, especialmente desde que se ha habilitado un paseo peatonal, muy transitado por familias durante los fines de semana. Son precisamente estos días, entre el jueves y el domingo, cuando se producía también mayor afluencia de cazadores.

Además, apuntaban los responsables del río, también hay viviendas cerca, discurre la vía del tren y otras infraestructuras que requerían una zona de seguridad al margen de los cazadores.