Un vecino de Porriño, aunque con domicilio actual en Toén (Ourense), ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a una pena de dos años de prisión tras reconocer ser el autor de un delito de estafa cometido en 2003 y de la que fue víctima una empresa de A Lama.

Según el fallo de la Sección Cuarta de la Audiencia, el acusado, Manuel P.P., de 40 años de edad, contactó con el administrador de una empresa de hormigones con domicilio social en A Lama.

La sentencia establece como hechos probados que el procesado simuló ser representante de ventas de una empresa conocida en el ramo de la construcción por su solvencia, así como administrador de la firma "Mittermaier S.L.", empresa que, según el fallo, era "simulada" por el acusado y "constituida e inscrita en el Registro Mercantil con objeto de dar apariencia solvente a las manipulaciones del acusado, dado que en el domicilio social inscrito en dicho registro nunca han existido oficinas, actividad o empleados".

Así las cosas, el administrador de la empresa de A Lama confió en el acusado ante las apariencias de solvencia de este empresario y libró en una sucursal bancaria de Pontevedra dos pagarés por valor de 92.280 y 57.972 euros al acusado a cambio de una supuesta mercancía.

Sin embargo, al no recibirse nunca dicha mercancía, el empresario de A Lama descubrió el engaño del acusado y logró que éste le reintegrase el pagaré por valor de 92.280 euros pero no así el otro ya que el procesado ya había negociado con éste en el mercado bancario.

El acusado reconoció los hechos durante la vista oral celebrada en la Audiencia de Pontevedra el pasado mes de septiembre aceptando los dos años de prisión que solicitaba el fiscal. Asimismo, deberá pagar una multa de 1.080 euros e indemnizar a la víctima de la estafa en 70.000 euros.