"Un paso significativo" hacia un escenario de negociación "ilusionante". Son algunas de las palabras con las que los representantes sindicales de Trèves-Salcedo se refirieron al cambio de postura de la dirección empresarial sobre el futuro de la fábrica. El primer encuentro con mediación de la Xunta surtió efecto, al menos en la modificación del discurso de la multinacional francesa. De su negativa a abordar medidas para paliar el cierre de esa planta y sus 133 despidos, ha pasado a admitir la posibilidad de poner en marcha soluciones que contrarresten esa clausura. El punto de inicio del diálogo será el plan industrial por el que abogan desde el comité y que permitiría recolocaciones en O Campiño.

El Gobierno autonómico se comprometió hace semanas a convocar este encuentro que finalmente se llevó a cabo ayer en el edificio de Campolongo. Además de patronal y empleados, junto al director xeral de Relacións Laborais, Odilo Martiñá, estaban representantes de la Inspección de Trabajo, organismo que ya rechazó el ERE que afectaba a toda la plantilla. La reunión, desarrollada durante más de dos horas y media, permitió un cierto acercamiento entre las enfrentadas posturas de la empresa y los sindicatos, si bien todo queda a expensas de próximas reuniones. Se llevarán a cabo por separado entre Administración y Trèves por un lado, y la primera y trabajadores, por otro.

Los responsables de los sindicatos con presencia en el comité, CIG y UGT, reconocieron la "implicación" de la Xunta en esta cita, si bien exigen "máis" para llevar a buen puerto el cambio de postura escenificado por esta auxiliar de la planta viguesa de Citroën. "Como conclusión desta xuntanza podemos dicir que saudamos esta iniciativa, pero seguimos insistindo en que a Administración ten que implicarse moito máis", exponía Xosé Ramón Fernández Piñeiro como integrante de la central nacionalista, mayoritaria en el comité. De todos modos, indicaba que "o que quedou claro por parte da Administración, e por suposto dos sindicatos, é que ten que haber un proxecto industrial no que se base o mantemento do emprego e tamén unha saída social, en último caso, para aquelas persoas que fosen consideradas excedentes, sexa por indemnización ou por baixa incentivada".

Por su parte, el secretario comarcal ugetista, Ramón Vidal, relató como los dirigentes de la empresa fueron modificando su posición a lo largo de esta reunión tras la presión ejercida. "Ao principio nos atopamos cun posicionamento idéntico ao de xuntanzas anteriores, só pensando en pechar a fábrica e marchar, chegando a un diálogo de xordos porque non querían aceptar ningunha suxerencia nosas; ao final, cando se implicou a Administración, xa falou de proxecto industrial e social e esta será a base para seguir as negociacións", detalló.

Según desveló Vidal, "os representantes da empresa admitiron negociar un plan industrial". Así, concreta: "A empresa aceptou falar desde plan, mostrou otra postura e estamos ilusionados porque sobre todo deu un paso significativo". Ahora el resto de avances se tendrán que acordar en "una folla de ruta" marcada "a curto prazo, porque as traballadoras seguen nunha situación de incertidume".

El plan industrial que defienden los sindicatos y que apoya también el Gobierno gallego consiste en el refuerzo de la fábrica de Trèves en O Campiño para asumir la mayor parte de los trabajadores que se quedasen sin actividad por el cierre de la de Salcedo. Mientras duren estas reuniones el ERE seguirá sin cerrarse para permitir que la Xunta pueda seguir manteniendo el papel del interlocutor.