El presidente de la Cámara de Comercio, Ricardo Mirón, rompió ayer su silencio acerca de la situación en la que se encuentra Casas Novas. El dueño de esta constructora asegura que la firma, en contra de lo que vaticinaron desde los sindicatos durante estas últimas semanas, tiene futuro. "Tengo la esperanza en que salga adelante y para eso estamos trabajando", concretó el dirigente. El empresario y sus colaboradores están en negociaciones con los acreedores para allanar el futuro de esta sociedad.

Mirón confirmó que, tal y como avanzaron los líderes de las centrales CIG y CC OO, aquellas que cuentan con representación en el comité, la compañía se ha acogido a la vía preconcursal, aunque negó que ello vaya a suponer la paralización de la actividad. "Lo único que está presentado es la preconcursal, la concursal no. Y aún presentándola se seguiría trabajando igual. Acogerse al concurso no significa que tenga que cerrar la empresa, precisamente es una herramienta para poder salir de ese momento transitorio económico y en ese sentido estamos trabajando", matizó el empresario.

Asimismo, detalló que desde el verano se está buscando salida a una situación que obligó a la compañía a, entre otras consecuencias, renunciar a unas obras públicas ya adjudicadas ante la imposibilidad de lograr un aval bancario. "Estamos negociando con entidades bancarias, proveedores y, por supuesto, con sindicatos y personal para salir de esta situación", reveló, agregando: "Trabajamos todo lo que se puede y dedicamos muchas horas durante los últimos quince días o un mes para tratar de sacar a la empresa de esta situación".

Los esfuerzos se centran en la búsqueda de una financiación que permita solventar parte de la deuda y, por consiguiente, lograr mayores posibilidades de supervivencia. "La financiación se está buscando, estamos trabajando y si se puede cerrar la semana que viene, que no sea la siguiente", comentó. De todas formas, no desveló si sus planes pasan por acogerse finalmente al concurso de acreedores o si, por el contrario, se podría evitar esta opción.

Mirón, asimismo, tampoco confirmó las informaciones que facilitaron los representantes sindicales recientemente sobre las regulaciones de empleo que pretendería presentar la empresa. Serían dos expedientes que afectarían, cada uno de ellos, a la mitad de una plantilla compuesta por 60 trabajadores. El primero sería de carácter suspensivo, mientras que el otro, de índole temporal, se desarrollaría para concluir las tareas pendientes. El empresario, por su parte, parece vincular este tipo de propuestas al resultado que se consiga de las negociaciones actualmente en marcha.