Un verano típicamente gallego es lo que estamos viviendo los habitantes de la comunidad del noroeste peninsular desde que empezó el mes de agosto, según expertos de Meteogalicia. Varios días seguidos de temperaturas medias, alrededor de los 26 grados, pero interrumpidos por algunas jornadas lluviosas, parece ser el modelo veraniego de la comunidad.

"Esto es lo normal para la época. Vientos de noroeste y cielos despejados", confirma Alex Traveso, predictor de Meteogalicia. "Puede pasar algún frente, que provoca lluvias durante 3, 4 o 5 días, pero es algo que no se sale de lo común".

A pesar de que estas condiciones se tendrían que haber dado también el pasado mes de julio, el mal posicionamiento de un anticiclón privó de estas condiciones climatológicas durante el pasado mes de julio a Galicia, convirtiéndola en el blanco perfecto que rozaron todas las borrascas cercanas. El resultado: frío y lluvia, con temperaturas de 3 o 4 grados por debajo de la media para la época, y un mes menos de verano para los gallegos y sus visitantes.

"Todo entra en la variabilidad climática", afirma Traveso. "No es extraño, pero tampoco es normal. Al igual que tampoco fueron normales las olas de calor de anteriores veranos". Traveso se refiere a los veranos de altas temperaturas que los años 2003, 2004 y 2006, por ejemplo, dejaron en la comunidad gallega. El último de ellos, con nefastas consecuencias en materia de incendios forestales. "Lo más común aquí es que durante estos meses haya una ola de calor o que no haya ninguna, como es el caso de este verano, pero esos años fueron excesivamente cálidos para Galicia".

Sin embargo, Traveso opina que no son fenómenos achacables al temido cambio climático. "Son situaciones puntuales. El cambio climático lo notaremos en unos 50 años, pero no en el día a día". Según este experto, esto traerá un aumento de las temperaturas medias y, previsiblemente, una disminución de los días de lluvia durante los que, sin embargo, aumentará la cantidad de agua. "Por eso serán más peligrosos", afirma.

"El clima es imprevisible", comenta Traveso así que, por lo de pronto y por si acaso, los gallegos tendrán que aprovechar los días de buenas temperaturas.