Miles de pontevedreses abarrotaron ayer la ciudad para disfrutar del día grande de las fiestas de A Peregrina. El entorno del santuario y las calles principales del centro urbano se hicieron intransitables para los viandantes, a las horas en las que se celebraban los principales actos de la jornada: ofrenda a la Virgen por la mañana, y procesión por la tarde. Estaba prevista la asistencia a la procesión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que finalmente no acudió, por razones que los responsables de protocolo del acto no aclararon. Concejales y miembros de la agrupación local del Partido Popular confiaban hasta el último momento en que el presidente llegaría, no sólo porque estaba anunciada oficialmente su asistencia, sino también porque a principios de mes Núñez Feijóo participó en la procesión del Cristo de la Victoria de Vigo.

Sí acudió, en representación del gobierno de la Xunta, el conselleiro de Presidencia Alfonso Rueda. En la comitiva oficial participaron también la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Louzán, el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís y los concejales del grupo municipal del Partido Popular.

Como es tradicional, la procesión estuvo acompañada de la Banda de Guerra de la Brilat y, junto a ellos, centenares de personas que, amantes de la tradición unos, y curiosos otros, llenaron las calles del centro de la ciudad para arropar el paso de la Virgen Peregrina.

La procesión en honor a la patrona de la provincia estuvo precedida de la corrida de toros y el ambiente de las peñas taurinas, lo que contribuyó a llenar las calles de colorido y animación festiva.

La Virgen iba vestida para la ocasión con el traje marfil y oro, confeccionado expresamente para ella por las clarisas de Lugo. Subida en su tradicional carroza y custodiada por la Guardia Civil, desfiló por las calles de la ciudad arrastrada por un grupo de niños, vestidos de romeros. Los más pequeños, como es habitual, cubrieron el recorrido sentados en la carroza. En la que es su única salida a la calle en el año, la Peregrina recorrió el centro de la ciudad, durante poco más de media hora, con el recorrido modificado a causa de las obras del parking de la plaza de España. La imagen iba precedida por los tradicionales gigantes y cabezudos y del grupo folklórico Dúos Pontes, que al término de la procesión interpretó en la plaza de A Peregrina la danza gremial de las Cintas. Se trata de una tradición del siglo XVIII que fue recuperada por la asociación hace más de una década para honrar a la patrona de la provincia. También participó en la comitiva un grupo de niños que este año han hecho la Primera Comunión, y numerosos fieles ataviados con el traje tradicional gallego.