El Camino Real que atraviesa las parroquias de Salcedo y Tomeza, cuya continuidad estaba amenazada por las obras del eje Atlántico de Alta Velocidad, se mantendrá en uso por su trazado actual o, en el peor de los casos, con pequeñas variaciones en el punto más afectado. Así se ha comprometido el Ministerio de Fomento, después de las quejas vecinales de asociaciones de vecinos de ambas parroquias. El concejal de Ordenación do Territorio, César Mosquera, explicó ayer que el propio ministerio acaba de comunicar al concello su decisión.

A la largo del paso de la vía férrea por Salcedo y Tomeza, en un recorrido sensiblemente paralelo a la carretera de Vigo, existen varios viales que cruzan el tendido ferroviario. En la zona de Palacios (Salcedo), se había decidido inicialmente eliminar el cruce de ese Camino Real, que procede en línea recta de la zona portuaria de Lourizán, porque su conexión con la N-550 no permitía hacer una intersección segura. Por ello, se diseñó un nuevo vial más al norte, que incluirá una rotonda, eliminando el primero.

Paso agrícola y peato nal

Ante esa supresión, los vecinos iniciaron acciones para tratar de impedirlo. Los afectados denunciaban que se perdía así un acceso para los vehículos agrícolas, viandantes y animales, que son los que hasta ahora vienen utilizando mayoritariamente este paso.

Según explicó ayer Mosquera, Fomento ha decidido ejecutar el vial previsto, más próximo al nudo de O Pino, pero crear un paso elevado sobre el futuro AVE para mantener el uso ese Camino Real. Los vecinos explican que este camino se remonta a los siglos XV y XVI y servía para unir la costa y el puerto de Marín con Ponte Caldelas y el interior de la provincia. De hecho, el camino discurre en línea recta entre ambas localidades, pasando por Lourizán, Salcedo y Tomeza. Discurre además ante el pazo del Arzobispo Malvar.

Estos vecinos celebraron hace unos días una asamblea para denunciar su posible desaparición y acordar un calendario de movilizaciones. Además, su portavoz Ramón López Laxe se quejó de que trató varias veces de hablar del asunto con César Mosquera, pero éste no le ha atendido.

Modificaciones

El concello y Fomento negocian desde hace tiempo ciertas modificaciones en el trazado de la línea del AVE, que hacen que el tren de alta velocidad se detenga en la capital. El trazado fue alterado, según fuentes oficiales, para suavizar las exigencias de una línea de alta velocidad. Así, se han introducido modificaciones puntuales, que no sólo evitan puntos conflictivos del trazado, sino que también obligan a reducir la velocidad del AVE a su paso por Pontevedra. Las modificaciones puntuales introducidas en el tramo de Vilaboa y Pontevedra son básicamente dos. La primera afecta al trazado de Pontesampaio, pasa salvar la subestación eléctrica de Fenosa (una cuestión que habían planteado muchos problemas con la empresa eléctrica) y, en segundo lugar, la variación en este paso a nivel entre Salcedo y Tomeza. Al respecto, después de varios estudios realizados en el lugar tanto por Carreteras como por Ferrocarriles, se llegó a la conclusión –según fuentes oficiales– de que “no había posibilidades de hacer un paso en condiciones de seguridad en la misma zona”, por lo que se decidió finalmente desplazarlo y construir un paso elevado sobre la vía para el tráfico, con una calzada que podrá ser de dos o incluso cuatro carriles.