“Conozco el conflicto y voy a poner todo de mi parte para solucionarlo”. Éste es el compromiso que adquirió ayer la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino -responsable por tanto de Costas- ante los vecinos de Marín afectados por la inseguridad jurídica de los núcleos del litoral. Elena Espinosa recibió al portavoz de la plataforma de perjudicados y le emplazó a un nuevo encuentro que se llevaría a cabo en mayo para “empezar a trabajar” por una salida definitiva a la situación. Algo que desde la parte reivindicativa se toma con escepticismo: “Esto puede quedar en todo o nada”.

Los residentes en estas zonas urbanísticamente cuestionadas, Mogor, Aguete, Loira, Teoira y Casás, aprovecharon el atractivo mediático del congreso pontevedrés en el que los socialistas gallegos elegían nuevo líder para llevar a la calle sus exigencias. El mismo día en el que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudía a la ciudad del Lérez para cerrar esta asamblea en el centro social Caixanova, los vecinos se plantaron ante la entrada principal. Allí, acompañados por colectivos de Moaña y A Illa también con incertidumbre sobre el futuro de sus hogares, se manifestaron para urgir que se reconozca la legalidad de sus propiedades. Todo, unos días después de que el Ejecutivo recurriese la Lei de Vivenda de la Xunta, que autorizaba estas localizaciones.

El alcalde marinense, Francisco Veiga, medió ante sus compañeros de partido desde primera hora de la mañana para lograr que Espinosa y el nuevo secretario xeral del PSdG, Manuel Vázquez, accediesen a entrevistarse con los vecinos. Su interlocutor, Enrique Méndez, expuso el problema y las exigencias vecinales durante cerca de 90 minutos. La ministra garantizó que empezaría a analizar en cuestión de días cómo completar este rompecabezas cuyo origen se vincula a un error administrativo del año 1977. Pese a todo, Espinosa tampoco dio muestras claras de que todo se llegaría a arreglar.

“Lo que tenemos es un compromiso de mantener una reunión técnica de trabajo durante la primera semana de mayo. Esto se puede quedar en todo o nada. La ministra reconoce que existe un problema y dice que tiene intención de solucionarlo. Pero llevamos años esperando. Vemos un túnel muy largo y una luz muy pequeña al final”, valoraba Méndez al término de esta charla. El resultado únicamente se considera como “una nueva puerta abierta” , poco más. El portavoz advierte de que los vecinos estarán vigilantes y que si no se convoca esa reunión para la primera semana de mayo “las protestas serán a partir de ahora más contundentes”.

Aún con todo, los vecinos abandonaron su concentración poco antes de que llegase Zapatero al congreso. Una decisión discutida entre los propios vecinos al sospechar algunos de ellos que el anuncio realizado por Espinosa podría tener como único objetivo el de no empañar la visita del jefe del Ejecutivo. “La puerta que se abre es que fue la propia ministra la que se sentó a hablar con nosotros. No sabemos si fue por la presión ejercida, por el espectáculo que se le puede estar dando a sus compañeros de partido o porque está a punto de llegar el presidente Zapatero. Nos han amenazado con que la Policía nos iba a disolver. La reunión fue improvisada y creemos que ésta tampoco es la manera de hacer las cosas, porque hasta ahora ha habido mucho tiempo”, reprochaba Méndez.

Por otro lado, aseguró que todo el posible trabajo por parte de la Xunta está hecho y que ahora le toca al Gobierno central apostar por la solución. “La Xunta, como administración, ya lo ha hecho todo. Reconoció los núcleos en un documento publicado en el DOGA y que ahora está vigente. Es Madrid desde donde se plantea el conflicto, que parece que no le vale lo que diga la administración autonómica”, apuntó.