El Concello de Pontevedra, a través del concejal delegado de Medio Ambiente Urbano, Raimundo González Carballo, realizó ayer un último intento para evitar la huelga indefinida en la recogida de basura convocada para mañana. A instancias del edil, ambas partes accedieron a sentarse a negociar de nuevo en el consistorio pontevedrés este mediodía, a tan sólo doce horas del inicio del paro.

El concejal medió para intentar buscar una solución al comprobar que no había previsión de que ambas partes se reunieran durante el fin de semana y con la intención de solventar el conflicto sin la necesidad de que los pontevedreses tengan que llegar a padecer una nueva huelga de la limpieza.

Cespa confirmó ayer su intención de asistir a la reunión “con su mejor disposición” para evitar una huelga que “nunca debió convocarse y que carece de justificación real, al existir otros cauces perfectamente reglados por la legislación vigente para dirimir cualquier discrepancia entre las empresas y los trabajadores, sin causar ningún perjuicio grave a otros afectados”, en este caso “los ciudadanos pontevedreses”.

De hecho, desde la empresa aseguraron ayer que el comité de empresa redujo finalmente la motivación de la huelga a la “readmisión de un trabajador despedido por graves razones disciplinarias que ya se están dirimiendo en instancias judiciales”. Añaden que “las supuestas razones esgrimidas por los sindicatos de pretendidos incumplimientos del convenio quedaron descartadas en las mesas de negociación del SMAC estos días tras el reconocimiento por los representantes sindicales de la existencia y aplicación de un convenio acordado por todas las partes que está plenamente vigente”. Los acusa de “utilizar de forma abusiva” su derecho de huelga.

Para Cespa “resulta absolutamente desproporcionado e injustificado amenazar con una huelga que perjudica a miles de ciudadanos para imponer una sentencia que corresponde dictar a las autoridades judiciales. Tanto más cuando la empresa ya se ha comprometido a acatar la resolución, sea cual sea el resultado, si resulta desconvocada la huelga”.

Desde la parte social acusan a la patronal de ser ellos quienes han roto las negociaciones “de forma sorpresiva” en la última reunión el viernes por la tarde. Según los trabajadores incluso se vislumbró la posibilidad de un acuerdo ya que, según el comité, la empresa estaba dispuesta a ceder en el partado del convenio y el descanso del personal pero no en el caso del despedido”. Añade que incluso aceptarían indemnizar al empleado, pero no readmitirlo, lo que para ellos “implica el reconocimiento de que se trata de un despido improcedente”. En cualquier caso añaden que hoy se sientan a negociar con la mejor disposición para llegar a un acuerdo.