Los afectados por la remodelación del nudo de O Pino acudieron ayer a la delegación territorial de Fomento en Pontevedra, para demandar información sobre los terrenos y propiedades que les quitará la nueva rotonda prevista en este enlace de carreteras. Se quejan de la falta de información sobre las propiedades afectadas, ya que sólo han recibido una visita de los técnicos los titulares de los cuatro inmuebles más afectados por la obra, pero no los más de cuarenta vecinos que verán dañadas parcialmente sus parcelas. No conocen la línea de afección de la obra y por eso requirieron una entrevista con el responsable del proyecto. En Fomento no les recibió nadie y los funcionarios de la jefatura les instaron a solicitar por escrito dicha entrevista.

El levantamiento de actas previas está previsto para mediados del próximo mes, pero la mayor parte de afectados quiere saber antes cuál es el trazado concreto de la afección para saber cuantos metros cuadrados, dónde están situados y qué propiedades y servicios perderán, antes de firmar las actas de ocupación. En Fomento se han limitado a darles una copia del listado de vecinos afectados, con los metros cuadrados y la calificación urbanística del suelo (listado que ya conocen por su publicación en el BOE), pero siguen sin saber cuál es la traza exacta de los futuros viales.

Proceso “atípico”

La portavoz de los afectados, Ángeles Jar, califica el proceso de “atípico”, ya que a menos de un mes de la ocupación de los terrenos, la mayoría de los perjudicados no ha sido notificado oficialmente, no ha recibido ningún tipo de información (al margen de la publicada en los boletines oficiales) y no sabe qué parte de sus terrenos van a perder.

Quieren que se concreten estos puntos para solicitar el replanteamiento que fuese necesario en cada caso, antes de que la obra sea adjudicada, ya que consideran que el trazado está hecho sobre el plano y sin considerar las características y particularidades de cada caso.

Entre las situaciones que, a la vista del proyecto, sería necesario corregir, apuntan el de una vivienda que se quedaría sin el pozo de agua que abastece la casa, cuando según los vecinos no sería necesario dañar este pozo, con una leve variación del trazado; el de otra casa a la que se expropia el pozo, el garaje y la línea de afección llega hasta la misma puerta de la vivienda, cuando tampoco sería necesaria una usurpación tan drástica; o la de otra vivienda familiar a la que se privaría de acceso por delante, con acceso a la N-550, para darle una nueva entrada por la parte de atrás, con una gran pendiente, que los propios técnicos que han visitado la zona califican de “inviable”. El proyecto afecta directamente en el nudo de O Pino a unas ocho viviendas.