A menos de una semana para que se concrete la amenaza de huelga de los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basuras, prevista para el próximo 27 de abril, el gobierno local ha decidido implicarse en las negociaciones entre las dos partes en conflicto. Aunque no se trata, por el momento, de una mediación, el concello sí ha intensificado sus contactos con la empresa adjudicataria, Cespa, para que busque un acuerdo que evite el paro, según admitió ayer Raimundo González Carballo, concejal responsable de las relaciones con las concesionarias de servicios municipales.

El concejal mantienen reuniones “prácticamente diarias” con el delegado de Cespa en Pontevedra, pero ha reclamado una entrevista con “quien tenga capacidad de decisión para ver si es posible llegar a un acuerdo” con los trabajadores, que plantean dos reivindicaciones principales: que se firme el convenio pactado el verano pasado, y que se readmita a un trabajador. La decisión del gobierno local de implicarse más a fondo en este conflicto supone un giro con respecto a la postura que se adoptaba hasta ahora, ya que se estimaba que este asunto “era estrictamente laboral” y el concello poco podía hacer al respecto.

Preocupación municipal

A medida que se acerca el 27 de abril, la preocupación crece en el seno del gobierno local, de ahí que ahora se apunta a que “por en concello no va a quedar” para forzar un acuerdo. En las próximas reuniones con la empresa, el concello pretende conocer con detalle las razones que impiden firmar un convenio que se pactó hace ocho meses, aunque el propio González Carballo reconoce que el despido del trabajador cuya readmisión exige la plantilla es un factor determinante: “No creo que la plantilla quiere firmar el convenio con esa sanción presente”, por lo que apunta la posibilidad de que sea un juzgado de lo Social el que decida al respecto, además de que la empresa pida de inmediato la mediación de la autoridad laboral.

Paralelamente, Cespa ha presentado ya su propuesta de servicios mínimos para hacer frente a la posible huelga, una propuesta que es objeto de análisis en la actualidad por parte de los técnicos municipales con el fin de elaborar un reparto definitivo.

Se comprarán 250 contenedores para que los bares del casco antiguo recojan el vidrio

Las negociaciones para evitar la huelga de basuras han coincidido con una modificación del contrato de limpieza entre el concello y Cespa, destinado a mejorar el servicio en el mercado y a ampliar la recogida selectiva de cartón comercial y vidrio. Estas ampliaciones obligan a contratar a seis nuevos trabajadores y el convenio se incrementa en 255.000 euros más, para superar ya los cinco millones al año.

En el caso del cartón comercial, desde hace tiempo se lleva a cabo un plan piloto que ya abarca buena parte de la zona centro y el casco antiguo, pero con esta ampliación se pasa de 24 a 51 calles, incorporando áreas como San Antoniño, el Estadio, el entorno de la calle Cruz Roja, Alameda, Echegaray, Colón, Campolongo, Rosalía de Castro, Joaquín Costa, Virgen del Camino o Eduardo Pondal, para llegar al 90% del comercio local, con recogida diaria de lunes a sábado.

En cuando a la recogida de vidrio, se aplica por vez primera y se centrará en el casco viejo y sus calles perimetrales, donde mayor presencia de bares hay. Se adquirirán 250 contenedores de 240 litros para que cada local deposite sus botellas, que serán vaciados por la empresa en las madrugadas de los tres días del fin de semana. La ampliación comenzará a aplicarse en un mes, aproximadamente.