El tráfico ferroviario en la línea que une Vigo y A Coruña quedó interrumpido durante cerca de una hora y media ayer a causa de un atropello mortal a la altura de la parroquia de Alba. El suceso se produjo en un punto de difícil acceso para los peatones poco después de las 14.00 horas y causó retrasos en el servicio que afectaron a más de cien pasajeros. La comisaría pontevedresa de la Policía Nacional investiga ahora los factores que desencadenaron estos hechos.

La víctima, nacida en 1957 y con iniciales R.F.P., es un varón vecino de A Lagoa, en la parroquia vilagarciana de Vilaxoan. El impacto le habría provocado el fallecimiento de manera inmediata y sus restos quedaron esparcidos por los raíles. Algo que dificultó las labores del levantamiento del cadáver ordenadas por el correspondiente juez de guardia. La circulación férrea se suspendió entre la hora del atropello, situado tres minutos más tarde de las 14.00 horas, y las 15.35.

Traslados en autobús

Durante todo ese tiempo los 60 usuarios que se desplazaban a bordo de este regional con destino final en la ciudad herculina aguardaron dentro de los vagones. Mientras, los que iban en otros dos convoyen hacia y desde Vigo, 75 en total, tuvieron que ser trasladados en autobuses entre Pontevedra y Vilagarcía de Arousa.

Desde Renfe apuntan que el maquinista no pudo hacer nada para evitar el atropello y que además éste aseguró que no se trató de algo fortuito, sino que “el hombre se echó al tren”. Algo que sostendrían los testigos interrogados por los agentes policiales. Así, algunos lugareños habrían asegurado haber visto a la víctima paseando en una y otra dirección antes de pasar el tren.

Asimismo, también ayuda a incrementar la hipótesis del suicidio el que la zona presente un complicado acceso. Además, las inmediaciones de la vía no suelen ser utilizada por viandantes para moverse por el lugar.