No importa lo que imagine: un bar que organiza entre sus clientes un concurso de lanzamiento de enanos, un presidente ruso “salvando” a un equipo de reporteros del ataque de un tigre con un oportuno rifle antifelinos, la boda de una estrella mediática a punto de morir de cáncer... Dese tiempo, lo verá por la tele. Carlos Fernández Liria fue uno de los artífices de un programa de culto, La Bola de Cristal, que, asegura, hoy se nos queda atrás. “No podría hacerlo, los chistes que hacíamos se han hecho realidad, la Bruja Avería era mala, pero Bush le ha superado y Espe (Esperanza Aguirre) es infinitamente más mala, mucho peor, nos quedaríamos cortos. Eso por lo que respecta a la realidad, por lo que respecta a la tele estamos a un paso de esos canales de pago británicos en donde las locutoras de los telediarios dan las noticias desnudas para conseguir audiencia”.

-¿Qué oculta la asignatura de Educación para la Ciudadanía?

-El concepto de ciudadanía es muy respetable, procede del proyecto político de la Ilustración de crear un estado de derecho, lo que no se dice es que ese proyecto fue interferido desde el primer momento por la sociedad capitalista, entonces lo que habría que preguntarse es en qué medida las aspiraciones del concepto de ciudadanía son compatibles con una sociedad capitalista. Por otra parte, la asignatura de Educación para la Ciudadanía fue muy contestada desde la derecha, pero mientras que esa oposición desde la derecha ha tenido mucha prensa, la oposición por parte de la izquierda ha sido silenciada en los medios. ¿Qué ocurre? Que esta asignatura tal y como está concebida es algo así como una especie de Barrio Sésamo empalagoso para inculcar a los niños los valores políticamente correctos, es pura propaganda, puro pensamiento único disfrazado de buenas intenciones.

-¿Y qué le parece la oposición de la derecha?

-Esa es otra: como ha sido tan contestada la asignatura desde la derecha la política de izquierdas contra ella ha quedado muy desdibujada, y quede claro que la oposición desde la derecha es hipócrita, ridícula, farisea, la Iglesia especialmente no es quien para denunciar un supuesto control ideológico de los adolescentes porque cuando ella lo tiene lo utiliza al máximo, en los colegios privados y sobre todo los concertados, que pagamos con nuestros impuestos. Por no hablar de que durante 40 años detentaron el proyecto ideológico e impartieron una educación fascista, clasista, machista, homófoba, criminal, elitista y le diría que surrealista o casi psicópata. Digo psicópata, por ejemplo, porque cuando yo era pequeño a las personas no casadas les estaba prohibido ver Lo que el viento se llevó, hablamos de los sesenta y principios de los setenta, en el Abc la calificaban de “moralmente muy peligrosa”. Para calificar así hace falta ser un psicópata. Y partiendo de como se ha comportado la Iglesia no me parece que sea la más oportuna para hablar de control ideológico, dicho eso tampoco estamos de acuerdo a la izquierda del Partido Socialista.

-¿Diría que se implanta más para tranquilizar conciencias que para avanzar?

-Si, los problemas de la Secundaria no es que los alumnos no se hayan estudiado suficientemente los valores constitucionales, es absurdo pensar que los problemas de un niño inmigrante con hermanos o padres en paro vienen porque no se ha estudiado bien la Constitución y que ahora se la van a explicar, es casi sarcástico. Los problemas de la Enseñanza Secundaria son sociales, políticos y económicos, no de maleducados para la ciudadanía.

-¿Cuál considera que es el cáncer de la educación en España?

-Es la enseñanza concertada, lo tengo claro, la enseñanza concertada ha ido arrinconando cada vez más el sistema de instrucción pública, chupando cada vez más dinero público y mientras que esos colegios pueden poner todo tipo de filtros para seleccionar a su alumnado en la pública, que es la que está empezando a recibir cada vez peores evaluaciones, se quedan los que no pueden acceder a la concertada, es decir las clases más bajas, la población inmigrante y las clases con más problemas. Al tiempo se estrangula a la enseñanza pública dedicándole cada vez menos dinero y cada vez más fondos públicos a la enseñanza concertada. Ésta se las va arreglando (colgándoles tasas por comedores, por actividades extraescolares etc) para burlar la ley y no atender a su cota de población inmigrante, pobre etc. Eso hace que la enseñanza se elitice cada vez más: privada para las élites, concertada para las clases medias pudientes y pública para la población de la que ya no se espera que aprenda nada, convirtiendo la educación en una especie de asistencia social que tenga a los niños encerrados unos años para que no estén en la calle. Es algo muy grave, estamos deteriorando todo el sistema de instrucción pública. Y lo mismo ocurre en la sanidad, en Madrid hoy estamos a un paso de privatizar también la sanidad, ya hay algunos ambulatorios con gestión privada, Esperanza Aguirre está en esa punta de lanza y en educación es lo mismo: primero se deteriora el servicio, cuando está deteriorado se dice que funciona mal y después se encarga su gestión privada, siempre es el mismo truco.

-Hoy (por ayer) es 14 de abril, ¿qué deberíamos haber aprendido?

-Algunos pensamos que es un anacronismo lamentable seguir teniendo una monarquía, eso es precisamente lo que no sé si va a explicar a los muchachos en Educación para la Ciudadanía, el proyecto de una educación ciudadana surge con el movimiento político de la Ilustración que en Francia lo primero que hizo fue cortarle la cabeza a un rey. Lo primero que deberíamos preguntarnos es si el proyecto político de un estado de derecho es compatible, por ejemplo, con la monarquía, pero me temo que eso no se va a hacer.

“Bolonia es sencillamente mentira, una tapadera”

­-¿Qué opina del plan Bolonia?

-Para empezar que Bolonia no existe, es una mentira, la tapadera de un proceso que decretó la patronal europea en el seno de la Organización Mundial del Comercio para reducir el peso estatal de la enseñanza superior, es decir para iniciar un proceso de privatización de la universidad. Como eso no se puede decir así, que intentas arrancar la universidad del estado de bienestar, decimos que es una revolución educativa.

-Construir un espacio europeo de educación superior, la homologación de los títulos, la movilidad europea de los estudiantes y un cambio de cultura educativa, con clases más pequeñas... Sobre el papel, el plan no parece malo

-Es que eso es exactamente lo que se dice sobre el papel, pero, claro, las tres cosas son falsas: para conseguir la homologación de títulos bastaba simplemente con un programa de ordenador que calculase las convalidaciones, no era necesario trastocar todas las carreras ni haber puesto la universidad patas arriba, pero lo peor es que el sistema de homologación que se ha inventado ha fracasado ya, para empezar porque la mayor parte de los países europeos han adoptado un sistema diferente a España (tres años de grado y dos años de postgrado, y en España cuatro de grado y uno de postgrado, que ya prácticamente rompe la homologación), pero es que además Oxford y Cambridge están fuera, las Escuelas Normales francesas, las que llevan la carga del prestigio de la educación superior en Francia, están enteramente fuera del proceso, todas las facultades de Derecho están fuera, Arquitectura y Medicina están fuera desde el primer momento, ¿Dónde está la homologación? Es falso, completamente mentira, la homologación no será real y los trámites serán exactamente igual de engorrosos que han sido toda su vida.

-Los defensores del plan insisten en que propugna la movilidad de estudiantes entre los diferentes países.

-Para eso bastaba con multiplicar por cien, o ya me conformaría por veinte, las becas Erasmus y sobre todo su dotación, porque un becario recibe una cantidad tan ridícula que le permite subsistir malamente mientras trabaja en una pizzería y apenas le queda trabajo para estudiar. Y la realidad es que las becas no se incrementan prácticamente nada. Y en cuanto al modelo de aprendizaje (en vez del modelo de enseñanza, conste que es la jerga de los pedagogos: ahora es que los alumnos aprendan, no de que los profesores enseñen) también es falso: para ir a un modelo tipo Oxford o Cambridge en donde los profesores tienen tres o cuatro alumnos habría que insuflar mucho dinero en educación, cosa que por supuesto tampoco se hace.

-¿Cuántas universidades francesas han dejado ya clara su oposición al plan?

-En este momento hay treinta universidades en huelga indefinida, no van a entregar ni las actas, los 13 rectores de las universidades más importantes han hecho un llamamiento a oponerse. ¿No decimos que queremos converger con Europa? ¿Por qué no convergemos con ellos?