Decía Víctor Hugo que ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo. En un mundo justo un erudito como Carlos García Gual, que mañana inaugurará en Pontevedra la Semana Galega de Filosofía, no se detendría a responder las preguntas de una inculta, pero a estas alturas el lector sabe que este no es un mundo justo, sólo extraño. Y Gual un hombre bueno y sabio, valga la redundancia.

-El nuestro es un tiempo de dramas, por ejemplo un presidente recomendando a las víctimas de un terremoto que se lo tomen como un día de camping, ¿cómo es que ya no se escriben grandes tragedias?

-Ya no se escriben, vivimos en una sociedad de espectáculos de masas, de muchos efectos especiales, pero lo que era el sentido trágico de la vida se ha perdido, el mundo griego se nos ha quedado como algo ejemplar y, al mismo tiempo, distante.

-Su biblioteca se acerca a los 20.000 volúmenes pero no ha sido capaz de concluir un best-seller como “Más Platón y menos Prozac”.

-(risas) No, efectivamente, ése es un libro que no obstante tiene sus virtudes, es de esos libros que parecen dar consejos fáciles y optimistas para la vida y para mucha gente puede ser útil, digamos que para los que estamos acostumbrados a una literatura filosófica más aguda tal vez es un tanto superficial.

-Se ha muerto Corín Tellado, ¿le deben algo los finales felices y los folletines a Grecia?

-Muy poco, el folletín es una literatura moderna, un poco de masas para gente que empieza a leer y que busca una compensación sentimental, el folletín tiene sus virtudes, como lo tienen también ciertas novelas del oeste, que procuran a una gente que normalmente lee poco un tipo de emociones fáciles, digamos que es una especie de catarsis abaratada y cotidiana.

-El Quijote, La Celestina, El Cid, héroes individualistas, fronterizos, soñadores... ¿por qué los españoles producimos mitos así?

-Entre los mitos modernos muchos proceden de la literatura española, esos que acaba de citar, Don Quijote, La Celestina y también Don Juan o incluso Carmen que no es de un autor español pero está muy ligada al mundo español y efectivamente es algo muy curioso: los grandes mitos de la literatura son un número muy contado y buena parte de ellos proceden del mundo griego y sin embargo los españoles han producido varios de la modernidad y responden a esas características pero no sé por qué realmente, son mitos efectivamente del individualismo, un individualismo muy fuerte, y quizás el hecho de que la sociedad española sea un tanto bronca, difícil, hace que de pronto surjan estos individuos que chocan con ella y, sin embargo, tienen una cierta grandeza y nos producen una impresión perdurable.

-¿Qué es un mito?

-Los mitos son narraciones heredadas que cuentan acciones extraordinarias de figuras extraordinarias, en el mundo griego son los dioses y los héroes, y que perviven en la memoria colectiva, de alguna manera explican algo del mundo, de la condición humana, y quedan en la memoria de las gentes.

-¿Tampoco creamos ya mitos o pasiones?

-Es difícil, ahora el individuo está muy sumergido en la masa, tendemos a ser más homogéneos, ya no hay grandes mitos o pasiones: una persona como Medea, agobiada por los celos y herida en su orgullo, iría al psicoanalista o al psiquiatra. Hoy las grandes personalidades, que son las que están en la entraña del mito, son difíciles, hay mitos devaluados, les llamo mitos en calderilla, por ejemplo el de Superman, ese héroe enormemente potente que está al servicio del bien y que viene a ser una especie de superbombero con un traje especial y que vuela.

-Recomiéndeme un héroe.

-Ulises, que quiere volver a su patria y debe atravesar el mundo y enfrentarse a tremendos riesgos y no va en busca de ningún tesoro ni intenta hacer grandes hazañas, sólo quiere volver pero a pesar de enfrentarse a los mayores riesgos con su inteligencia y su astucia logra volver.

-¿Leer y viajar es vivir?

-Si, incluso creo que las dos cosas pueden estar relacionadas, aconsejo viajar y leer también sobre los viajes, porque un viaje sabe más cuando uno ha leído cosas sobre él.

-En su conferencia de mañana hablará de la educación en Grecia. ¿La educación es sacar lo que ya existe en el individuo (Platón) o imponerle conocimientos (sofistas)?

-La educación está ligada casi siempre a un sistema político determinado: en Esparta, un pueblo de guerreros, la educación estaba un tanto militarizada, se entrenaba a los niños para ser guerreros y se les marcaban ciertas pautas, desde cortarse el pelo, vestir o comer, hasta el entrenamiento militar. En cambio en Atenas, que era una democracia, lo más atractivo es esa educación que se logra a través del teatro, de las fiestas, de las asambleas, que es una educación en libertad y que lleva a amar la belleza sin despilfarro y el saber sin debilidad; ese amor por el saber y por la belleza, los atenienses demócratas lograron infiltrarlo a través de la educación, que no es sólo de la escuela sino también la del teatro, de la vida corriente, una búsqueda de la belleza incluso en las pequeñas cosas.

-¿Y dónde queda ese amor por el saber con el plan Bolonia, hablando constantemente del “saber útil”?

-Tengo muy mala impresión con respecto a los planes de Bolonia y creo que las protestas de los estudiantes tienen razón, un claro sentido. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad que atiende sobre todo a la economía y los que hacen esos planes educativos como los de Bolonia no son grandes educadores, son simplemente burócratas al servicio de ciertos sistemas capitalistas, entonces en Bolonia lo que se piensa es hacer una universidad de comunicaciones fáciles, abaratada, de niveles bastante elementales y que luego la gente se especialice un poco por su cuenta después de esos años de universidad que lo que harán es alargar un poco los estudios de bachillerato.

-¿Podemos entendernos sin conocer a los clásicos?

-Depende de hasta qué punto uno quiera entenderse, a ciertos niveles superficiales evidentemente no se necesita pero cuando lee a los clásicos puede ahondar más en los sentidos de la vida y en los placeres. Y no me refiero exclusivamente a los clásicos de la literatura sino a los de la música, los del arte etc, el estudio de los clásicos, su conocimiento, da una cierta nobleza y profundidad a los sentimientos.

-No me pregunte por qué algunos institutos enseñan informática en inglés, ¿se imagina que la enseñasen en griego?

-No soy capaz de imaginármelo; creo que hay mucho de moda, de imitación del mundo americano sobre todo, que ha tenido éxito económico y ha impuesto ciertos patrones. Y luego hay muchos imitadores papanatas de ese mundo. Le pongo un ejemplo: se habla ahora de la universidad europea es inferior a la americana, cuando es falso, en EEUU hay dos docenas de universidades estupendas, magníficas, porque tienen mucho más dinero que las europeas, y luego hay más de mil que son inferiores a la peor europea.