Al grito de “Fora, o monte é noso!”, un centenar de vecinos de Salcedo se adentró ayer en el campo de entrenamiento que el Ejército construye en el monte de Muimenta. Se proponían paralizar de forma simbólica los trabajos y llamar la atención de las administraciones públicas, principalmente Xunta de Galicia y Concello de Pontevedra, sobre lo que consideran una “usurpación ilegal” de los terrenos comunales. Después de una hora de marcha pacífica por los alrededores de la zona de obras, los vecinos decidieron entrar en el perímetro acotado, hasta que los mandos militares determinaron interrumpir los trabajos y abandonar el lugar. Antes, el cuartel requirió la presencia de la Policía Nacional, que se limitó a levantar acta de la movilización vecinal.

El “paseo” por los terrenos afectados comenzó a las diez de la mañana ante la Casa da Raxeira, una vivienda de más de doscientos años de antigüedad, en la que los vecinos quisieron simbolizar que las familias de Salcedo residen en esta zona desde mucho antes de que se construyese la base militar de la Brilat. Ante esta vivienda leyeron las cartas que remitirán a la Xunta de Galicia y al Concello de Pontevedra, en las que exigen a las administraciones públicas alguna explicación sobre lo que están realizando los militares en los terrenos comunales, sobre los permisos con los que cuentan y los procedimientos legales seguidos para realizar las obras denunciadas.

Se quejan no sólo de la “usurpación” del monte comunal, sino de la “agresión” al medio ambiente, a las propiedades privadas, a las explotaciones agrícolas y forestales, e incluso al patrimonio histórico. Denuncian que los trabajos asedian ya una mámoa, o sepulcro prehistórico, que debería estar protegido.

La intromisión de los vecinos en el campo de adiestramiento militar se produjo de forma pacífica, pero con algunos momentos de enfrentamiento dialéctico entre manifestantes y militares.

Los afectados pidieron a los soldados que se fueran “antes de que pase algo grave”, y se escucharon acusaciones como “terroristas ecológicos”, o “ladrones”.