Cuando hace unas semanas se iniciaban los férreos controles sobre el poblado de O Vao, los responsables del Grupo Operativo de Respuesta de la Policía Nacional, GOR, ya anunciaban que la guerra contra el trapicheo no sólo se iba a centrar en el asentamiento chabolista, sino en todos aquellos puntos negros de venta y consumo de droga de la ciudad. En concreto, aseguraban que “iban a actuar con mano dura” contra aquellos locales de copas con cierta permisividad y tolerancia con las transacciones de estupefacientes o que fueran un foco de conflictividad y peleas.

Tanto la Policía Nacional como la Local ya habían actuado con anterioridad en pubs como el “Ríos” o el “Lusco e Fusco”, intervenciones que se saldaron con el precinto cautelar de los mismos por parte de la Subdelegación del Gobierno por diversos tipos de infracciones, algunos de los cierres ya levantados como es el caso del “Lusco”.

A posteriori vino la intervención del GOR en el “Lío Latino”, un foco de conflictividad y venta de droga, según la Policía Nacional, que derivó también en un precinto que todavía se mantiene en vigor. Hace pocas semanas se procedió a la detención por parte de los agentes de la Comisaría de la camarera de un bar de Poio por traficar con droga desde el establecimiento, aunque no se llegó a actuar contra el local. La Guardia Civil se sumó a las intervenciones y denunció a la dueña de un bar de Portas por su permisividad con las drogas.

Pero la más reciente actuación se acaba de llevar a cabo estos días en un “after”, el “Búho Azul” y el resultado de la inspección del GOR de la Policía Nacional confirmó las sospechas de los agentes y que se forjaron a raíz de las constantes denuncias ciudadanas que hablaban de peleas a la entrada del local, frecuentes alteraciones del orden público o el menudeo y consumo de drogas, además de las numerosas visitas que tenían que realizar al local los propios efectivos de la Policía Nacional.

Todo esto desembocó en el citado control. Los agentes irrumpieron en el “Búho Azul” a las 7,30 de la madrugada y cuando encendieron las luces se encontraron con un total de 90 personas en su interior que procedieron a identificar. El resultado fue el levantamiento de tres actas de propuesta de infracción por tenencia de cocaína y hachís, así como por alteración de la seguridad colectiva, actas que serán remitidas a la Subdelegación del Gobierno. Asimismo, los agentes procedieron a la detención de una persona, J. C. D. C., de 25 años y natural de Colombia, por resistencia y desobediencia.

Navajas por el suelo

Tras el control, tanto el suelo del local como los lavabos quedaron plagados de numerosas bolsitas de plástico utilizadas para portar sustancias estupefacientes, así como numerosos restos de cigarrillos de hachís, según explican desde Comisaría. Además, también se encontraron tiradas varias navajas.

De todo ello, los agentes han realizado un informe exhaustivo junto a las características del local, su tipo de licencia, horarios, así como la situación laboral del personal que se encontraba trabajando en ese momento.

Abierto de forma “ilícita”

Dado que la Policía Nacional considera que “se trata de un verdadero punto negro que mantiene sus puertas de manera ilícita y en vista de las posibles infracciones cometidas en el citado establecimiento” se ha cursado la correspondiente denuncia a la Subdelegación que podría derivar en una nueva orden de cierre contra un local de la movida pontevedresa.

Nuevos detenidos por comprar droga en O Vao

Mientras tanto, la Policía Nacional continúa con su férreo control sobre el poblado de O Vao. el miércoles por l anoche volvían a ser detenidas otras dos personas por acudir al asentamiento chabolista después de que, supuestamente, acudieran a abastecerse de pequeñas cantidades de droga para su posterior venta.

Tal y como ya ocurrió hace apenas unos días, los dos detenidos procedían de la localidad coruñesa de Ribeira. Se trata de A. M. D. C., de 42 años; y J. M. R. P., de 39, ambos con antecedentes policiales.

Los policías actuantes les incautaron una bolsa de plástico que contenía una sustancia, al parecer heroína, con un peso aproximado de unos 10 gramos.

También se les decomisó una papelina de cocaína y otra de heroína.

O Vao es una zona conocida por la afluencia de toxicómanos a comprar su dosis, pero también de “camellos”, vendedores de estupefaciente a pequeña escala que acuden de distintas zonas de la provincia o de fuera de ella, como en este caso, para abastecerse principalmente de heroína.