La comisión de afectados por la franja de seguridad de la Brilat decidió, en su última reunión, reanudar las protestas para reclamar la exclusión de los núcleos de población y propiedades particulares de este perímetro militar. La principal movilización será el próximo 31 de mayo, con una “gran marcha” por los montes comunales de Salcedo, con apoyo de varias organizaciones. Para prepararla, la comisión de afectados organizará varias charlas informativas con colectivos sociales de Pontevedra, Vilaboa y Marín.

Pero las acciones que emprenderá este colectivo en adelante no se limitarán únicamente a exigir la retirada de este perímetro de seguridad, que afecta a sus propiedades y su monte comunal, sino también a cuestionar la presencia de la base en los montes de Salcedo y Figueirido. Así lo explicó el portavoz de la agrupación, Fernando Pintos, tras una reunión celebrada en la noche del pasado miércoles.

La agrupación ha iniciado una serie de estudios económicos y sociodemográficos respecto a la repercusión del cuartel militar sobre los terrenos, las explotaciones agroganaderas y forestales, y sobre los propios núcleos de población del entorno, con lo que tratarán de demostrar que la presencia del cuartel de la Brilat en este monte es más perjudicial que beneficioso para su entorno. “Xa non cuestionamos as obras nin a franxa, senón a base en sí”, afirma Pintos Pereira. Con los trabajos que han iniciado quieren demostrar a la opinión pública pontevedresa que “mil e pico soldados ahí supoñen máis inconvintes que beneficios para a zona”, argumenta este portavoz vecinal.

Al margen de los problemas derivados de la franja de seguridad decretado por el Ministerio de Defensa y sus afecciones sobre los terrenos particulares, o las obras que se desarrollan en los montes comunales de Salcedo, las últimas quejas de los vecinos del lugar respecto a los problemas para el tráfico y para la seguridad de los residentes que ocasionan los militares, han venido a afianzar la oposición al cuartel por parte de los afectados.

Plan de ordenación

Como ejemplo de las consecuencias negativas, apuntan que en el nuevo plan general de ordenación municipal, Salcedo no figura como zona de expansión urbana. “Non aparece nin como núcleo rural” -explica Fernando Pintos- y todo ello como consecuencia de que en los últimos años de la dictadura franquista la zona fuese declarada como de “Interés para la Defensa”.

Este colectivo vecinal entiende que la base está ubicada hoy en día en una zona inapropiada para una infraestructura militar de este tipo, ya que a su alrededor hay muchos núcleos rurales de población, con familias cuyos miembros se han visto obligados a trasladarse a otros lugares porque la presencia de la base les impide un desarrollo poblacional normalizado.

Uno de los trabajos que impulsa esta agrupación de vecinos se refiere a la valoración del monte en cuanto a rentabilidad económica, en caso de no existir el acuartelamiento.

Por otra parte, el colectivo espera mantener una reunión con el alcalde de Pontevedra y con el subdelegado de Defensa, para tratar los problemas originados por el perímetro de seguridad y las obras de los campos de entrenamiento para militares.

Según afirman los portavoces vecinales, los militares han reanudado las obras en lo que se conoce como “aldea afgana” y que es una zona de adiestramiento para las intervenciones de la Brilat en el país asiático.

Se quejan de la “dejadez” que aprecian tanto en el Concello de Pontevedra como en la Xunta de Galicia ante las denuncias vecinales, sobre unas obras que los afectados consideran que se realizan sobre montes vecinales afectando a las propiedades de los residentes.

La coordinadora contra la guerra apoya la protesta

La Coordinadora contra la Guerra de Pontevedra ha convocado una movilización que se celebrará mañana, para exigir la “desaparición” de la Brilat. El acto será ante la cruz de la Alameda, donde se desplegará una pancarta contra la OTAN, coincidiendo con su 60 aniversario. Además se desarrollará una mesa redonda con vecinos de Salcedo y Figueirido, para contar sus experiencias con la expansión de la base de la Brilat “que ocupa unos montes comunales arrebatados por la fuerza durante el franquismo y que ahora quieren ampliar contra la voluntad de los vecinos”, dicen los convocantes.

Mámoa

Por otra parte, la coordinadora de afectados por la Brilat volverá a denunciar ante la Xunta y el Concello que los trabajos que realiza la base militar está afectando a la mámoa de Chan da Lagoa, protegida por Patrimonio y catalogada en el plan de ordenación municipal como yacimiento arqueológico.

Los vecinos se quejan de que todas las administraciones conocen ya están situación pero hasta el momento no han hecho nada para impedir la agresión al sepulcro prehistórico. Aseguran además que el área de trabajos en el monte sigue creciendo.