Modificar los rótulos exteriores, o al menos el color “fuerte” que domina en esos paneles, y ampliar el número de salidas de emergencia para cumplir con la ley antiincendios. Son dos de las principales actuaciones que deberán realizar los propietarios del restaurante Burger King en la plaza de Curros Enríquez para poder reabrir el local. Este establecimiento fue precintado por el concello el pasado 28 de febrero al carecer tanto de licencia de obras como de apertura, pese a lo cual, llegó a permanecer en funcionamiento un par de semanas.

El gobierno local acordó ayer legalizar las reformas ya realizadas, para acondicionar el bajo de la sede del Mercantil, y al mismo tiempo, otorgar autorización para acometer las adaptaciones precisas. Estos permisos suponen, en la práctica, un desprecinto del local con el objeto de poder acceder al interior a acometer esos trabajos. Una de las deficiencias detectadas corresponde a la ley contraincendios, ya que el establecimiento dispone de menos salidas de emergencia de las exigidas para su aforo. En principio, se estima que se podría resolver este apartado dividiendo el local, de modo que el aforo también se divida.

Plan del casco viejo

Otro problema está marcado por las normas del Peprica, el plan urbanístico del casco viejo, que prohibe los colores fuertes en los rótulos publicitarios instalados en las fachadas. Burger King tiene varias posibles soluciones, pero el concello la propuso dos, según explicó ayer la concejala del centro histórico, Teresa Casal. Una sería sustituir los colores habituales de la marca por otros más suaves, manteniendo las pegatinas en las ventanas, mientras que la obra permitiría conservar las tonalidades originales, mediante la colocación, dentro del local, de unas cortinas con el logotipo de la empresa.

Mientras tanto, los 25 empleados que componen la plantilla de este restaurante en Pontevedra se verán afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal a causa de este cierre provisional. Todo apunta a que hasta que no se produzca la reapertura los asalariados se verán afectados por el expediente laboral, si es aprobado por Traballo.