Seguir adelante con la alternativa 5 para el ramal de la A-57 entre Vilaboa y Peinador "es un error garrafal y seguiremos trabajando para conseguir que el Ministerio de Fomento cambie de opinión". Así se expresó ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, tras conocer que el Ministerio de Medio Ambiente ha dado su autorización al trazado de la futura autovía Pontevedra-Vigo que había generado más rechazo en la capital, tanto en el concello como entre los vecinos, especialmente en Pontesampaio.

Por su parte, los vecinos afectados reprochan al Ministerio de Fomento que "no ha contestado a nuestras alegaciones" y además de preparar nuevas protestas, no descartan incluso acudir a los juzgados con un recurso contencioso-administrativo contra la aprobación del trazado. El ministerio llegó a recibir unas 8.600 reclamaciones, la mitad de ellas de particulares.

Aunque Fomento ha desestimado los argumentos municipales al entender que no son válidos, el alcalde insistió ayer en ellos: "Resulta innecesario e incongruente duplicar una red viaria de alta capacidad entre Pontevedra y Redondela, con un elevado coste de 60 millones más de inversión que si se hubiera optado por otra alternativa", por lo que insiste en que se elabora la opción 11, que nace en la A-57 a la altura de Pazos de Borbén, hasta llegar a las inmediaciones de Peinador. Este trazado tendría una longitud de menos de 15 kilómetros, frente a los 23 seleccionados por los dos ministerios. No obstante, la distancia entre Vigo y Pontevedra sí es más corta con el proyecto seleccionado por el Estado, ya que la propuesta municipal obliga a dar un rodeo más largo por la A-57.

"No es solución para Vigo"

Aún así, a juicio de Lores, la alternativa 5 "no le soluciona nada a Vigo ni a Pontevedra, porque "para resolver un ahorro de tiempo de cuatro minutos como mucho, resulta excesivo el gasto económico y el impacto ambiental que provoca en Pontesampaio, Canicouva, Arcade y otras zonas.

Al alcalde también le sorprende que "después de años demandando una conexión libre de peaje entre Pontevedra y Vigo ahora aparezcan dos autovías paralelas", lo que le hace temer que una de ellas quede relegada a un segundo plano en beneficio de la otra. Se refiere a la sospecha de que la A-57, que conectaría Pontevedra con O Confurco (a la altura de la autovía A-52 a Madrid) reciba un trato secundario con respecto a su ramal entre Vilaboa y Peinador, "lo que volvería a dejar a Pontevedra desconectada de forma directa con las autovías de la meseta".