Los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el padrón de todos los municipios gallegos ponen en evidencia que la comarca de Pontevedra (integrada por la capital y otros 13 concellos próximos) experimentó en el último año un aumento de la población de un 0,6%, al pasar de los 186.655 vecinos de hace doce meses a los 187.817 certificados ahora por el INE, es decir, 1.162 nuevos censados. Sin embargo, estos análisis alertan de que la mitad de los concellos que integran este territorio pierden residentes y, en algunos casos de forma progresiva desde hace años.

Además, aunque la tendencia es que el descenso demográfico se registre en el interior de la provincia, en favor de las zonas costeras, hay ejemplos que derriban en parte ese tópico. Así, concellos del interior como Moraña y, especialmente A Lama, vivieron un año de aumento notable del número de vecinos, mientras que ayuntamientos eminentemente costeros, como Marín y Vilaboa, presentan a día de hoy menos vecinos que hace un año.

Municipios que crecen

En primer lugar, de los 1.162 nuevas altas en el padrón certificado por el INE, destaca que son Pontevedra (547, para sumar 80.749), Poio (386 y llega a 15.842)) y Sanxenxo (139, con un total de 17.216) los concellos que sustentan el mayor porcentaje de crecimiento de la comarca, pero en este caso hay que añadir a esos municipios "positivos" otros dos casos muy significativos: Caldas, que dispara su población en un 1,8% y obtiene 179 nuevos habitantes, para sumar 9.975; y A_Lama, que por fin ha logrado superar la barrera de los tres mil habitantes. Las 19 altas registradas por Estadística le permiten al municipio más interior de la comarca llegar a 2.014 vecinos.

El caso de Barro también resulta llamativo, ya que aumenta su población en 72 residentes y ya roza los 3.500 empadronados. Este concello ha experimentado en los últimos años un espectacular crecimiento inmobiliario, especialmente en San Antoniño, que se ha convertido en una especie de "ciudad dormitorio". Moraña es el séptimo y último municipio de la comarca donde aumentó la población, al pasar de 4.309 a 4.349 vecinos, casi un 1% más._La razón se puede encontrar en la instalación de dos fábricas en los últimos años que generaron numerosos puestos de trabajo.

En el otro lado de la moneda se sitúan otros siete municipios, donde el INE certifica una caída poblacional. El caso más llamativo quizás lo constituya Marín. Aunque su descenso es muy escaso, seis habitantes, resulta curioso que el concello portuario no haya logrado atraer a más vecinos, y se queda con un padrón de 25.879 habitantes.

También llama la atención el caso de Vilaboa, especialmente por el elevado índice de pérdida, de un 1,3%, con 80 residentes menos. De hecho, Vilaboa se ha situado este año por debajo de los 6.000 habitantes, al quedarse en 5.935. Ponte Caldelas es otro de los concellos perjudicados, con 18 vecinos menos, para sumar un censo de 6.469.

Más de 22.800 vecinos nuevos en una década

Si los 14 municipios de la comarca saldaron el último año con un crecimiento de 1.162 vecinos, un repaso a los padrones del Instituto Nacional de Estadística de los últimos años revela que este territorio dispone a día de hoy de 22.842 habitantes más que hace una década, lo que significa un crecimiento del 14%. Sin embargo, estos aumentos no son generales en todos los concellos y se corresponden, en lineas generales, a lo ocurrido en los pasados doce meses, aunque con algunos matices. Barro, Campo Lameiro, Cotobade, Cuntis, Moraña, Ponte Caldelas, y Portas tenían empadronados en 1998 más vecinos que en la actualidad. Poio, por su parte, cuenta con dos mil habitantes más que hace una década.