N. Davila / Pontevedra

El futuro puente das Correntes, cuya simbólica "primera piedra" se colocó el pasado día 23, servirá en el año 2010 para descongestionar por completo el actual viaducto de A_Barca, uno de los puntos negros del tráfico en la ciudad. Al menos ese es el objetivo del gobierno local, que dispone ya de un esbozo de reordenación circulatoria en la zona que permitiría, según sus cálculos, reducir hasta en un 65% el intensidad de tráfico por el actual puente entre Pontevedra y Poio. La pretensión es convertir el de As Correntes en el principal punto de conexión viaria entre las dos orillas del río, de modo que el de A Barca se convertiría en una calle de carril único, tan sólo de entrada a la ciudad. De este modo, el 50% de su tráfico desaparecería, absorbido por el futuro paso. En cuando a las salidas, se estima que un 15% de los coches optarán por As Correntes.

Un descenso del 65% del uso de A Barca permitiría mejorar sus características peatonales, pero no garantiza que desaparezcan los atascos en esa zona, ya que muchos de los vehículos que crucen el Lérez deberán acudir a la rotonda de A_Barca. Por ello, el gobierno local emplaza a la Xunta a resolver la ejecución del vial de O_Vao, una carretera cuyo arranque ya está señalado en la PO-531, pero sin continuidad hacia la PO-308. En todo caso, se confía en que con el puente das Correntes se intensifique el uso del acceso norte de Poio, que también contribuiría a descongestionar A Barca.

Otras prioridades viarias

Paralelamente a esta ordenación de esa zona, el concello pontevedrés maneja otras dos prioridades "muy urgentes": la remodelación del nudo de O_Pino, a la espera de que el Ministerio de Fomento adjudique las obras, y la ronda urbana, cuyos dos primeros tramos son objeto de estudio por parte de la Consellería de Política Territorial. En este último capítulo, el concello pretende urgir a la Xunta que licite también de inmediato la redacción de los dos extremos del trazado. Al norte, la denominada variante de Alba, que conecte las carreteras de Santiago y Vilagarcía, y al sur, la continuidad de la ronda hacia la carretera de Vigo y desde ahí, hacia la futura variante de Marín.

De momento, la obra que sí está en ejecución es el puente das Correntes, que tendrá cuatro carriles y unirá las avenidas de Domingo Fontán y Uruguay. La estructura es construida por la Unión Temporal de Empresas Sercoysa-Atlántica-Ogensa, por algo más de siete millones de euros. Además de la doble calzada para vehículos, contará con dos pasarelas peatonales externas, todo ello sostenido con una doble arcada con celosía, que se levantan diez metros de altura sobre el río. Incluye dos grandes rotondas a cada extremo del puente y se calcula que cada día pasarán unos 20.000 vehículos.

En los pasos inferiores para peatones y bicicletas (accesibles mediante pasarelas) se instalarán unas mamparas de vidrio, como las que se usan en acuarios y otras grandes estructuras subacuáticas, que harán transitable el paso durante las mareas vivas.

Los paneles de vidrio son impermeables y contendrán el agua a ambos lados de las pasarelas. Además, estos pasos inferiores tendrán iluminación natural gracias a las aperturas realizadas en el centro de las rotondas. El puente tendrá una altura de unos tres metros sobre el nivel del agua, de modo que permitirá el paso de piragüistas y pequeñas embarcaciones de recreo, pero no de barcos de mayor calado.