Araceli silva  Caldas

La fiesta de Fin de Año es una de las citas más esperadas y divertidas para los los mayores. Sin embargo, a menudo los más jóvenes de la casa tienen que conformarse con irse a dormir después de tomar las uvas. Los niños y jóvenes de Caldas de Reis participaron ayer en una fiesta pensada exclusivamente para que los más pequeños también puedan despedir el 2008 por todo lo alto, pero a la que se sumaron los adultos. La cita, que fue organizada por los socios del Centro Comercial Aberto de Caldas y la Sociedad Mercantil, resultó todo un éxito. "Esta es la primera edición de la fiesta y debieron acercarse hasta aquí más de cien niños, muchos de ellos acompañados por sus padres", explicó el gerente de la asociación de comerciantes.

En la celebración no faltó de nada. Así, nada más entrar en el local de la Sociedad Mercantil donde se organizó la fiesta, cada uno de los jóvenes invitados recibieron una bolsa de cotillón. Durante toda la tarde jugaron y bailaron al son de la música que pinchó para ellos un DJ animador. Tampoco faltaron las doce uvas, indiscutibles protagonistas de cualquier fiesta de Fin de Año que se precie. Eso sí, los participantes tuvieron que realizar un pequeño viaje al futuro y convertir las ocho de la tarde de ayer en las 00.00 horas del último día de 2008. Al son de las campanadas tomaron sus correspondientes uvas y se convirtieron en los primeros en despedir el año y, mientras se concentraban en elegir su mejor deseo para 2009, se vieron sorprendidos por una auténtica lluvia de confeti y fantasía.

De esta manera, los niños de Caldas dieron ya la primera bienvenida al próximo año, sabiendo que el miércoles, 31 de diciembre, tendrán una segunda oportunidad. El gerente del CCA Caldas recuerda que el próximo 5 de enero los Reyes Magos estarán en los jardines del asilo y repartirán entre todos los asistentes divertidos regalos, por gentileza de los miembros de la asociación de comerciantes.