El Ministerio de Fomento expropiará un total de 451 fincas para acometer una modificación del Eje Atlántico de Alta Velocidad entre Vilaboa y Pontevedra, un tramo que abarca desde el río Verdugo, en Pontesampaio, hasta las puertas de la ciudad por el sur. De esos bienes ocupados, cuyos propietarios han sido ya citados en ambos concellos entre el 17 de febrero y el 19 de marzo, un total de ocho figuran como residenciales y comerciales. Una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado expone al público la relación de todos los bienes afectados y establece las fechas en las que los afectados deberán comparecer en el concello.

Así, en el caso de Pontevedra, se cita a los dueños desde el 17 al 24 de febrero, mientras que en Vilaboa se fijan los días 24, 25 y 26 de febrero y del 10 al 19 de marzo.

Este tramo Vilaboa-Pontevedra abarca, aproximadamente, desde el entorno de la fábrica de Pontesa, hasta las puertas de la estación de Pontevedra, cruzando el concello de Vilaboa, así como la parroquia de Salcedo y parte de Tomeza. En su proyecto original, discurría en buena parte, por la misma plataforma ferroviaria actual, pero con una franja más ancha.

La dispersión de la propiedad en Galicia provoca que el número de vecinos a los que se expropia sea tan elevado. Así, aunque las parcelas de esta modificación son 541, únicamente 11 tienen más de mil metros cuadrados.

El Consejo de Ministros aprobó en diciembre de 2007 el proyecto de este tramo entre el Verdugo y la estación del ferrocarril de Pontevedra. Se trata de un sector de 8,2 kilómetros cuyo presupuesto se ha cifrado en 76,4 millones de euros. Con aquel acuerdo, y la posterior licitación, queda completo el proceso de contratación de todos los tramos en los que se dividieron los 27 kilómetros entre ambas ciudades.

El trazado tiene una longitud de 8.222 metros, su presupuesto es de 76.409.268,86 euros y el plazo oficial de ejecución es de 36 meses. El recorrido es sensiblemente similar al tendido férreo actual, aunque incluye varias "obras singulares". Las más llamativas son cuatro túneles y tres viaductos. El primer paso subterráneo se encuentra en Fonte Quente, y tendrá 700 metros de longitud, con sección para vía doble. Los otros tres son túneles artificiales, de 104, 116 y 395 metros, este último, en Canaval. Los tres puentes se emplazan sobre el río Ulló, de 209 metros, en la zona de O Marco, de 485, y sobre la linea férrea actual, ya al lado de la estación, y de 72 metros de longitud.

En todo caso, este proyecto no entra en el casco urbano, ya que el trazado por la ciudad forma parte de otro tramo, el que se dirige hacia el norte hasta Cerponzóns.