La firme oposición de los vecinos, unida también a las críticas vertidas desde los tres grupos municipales, ha obligado a Vivenda a dar macha atrás en su plan de 1.159 pisos protegidos para O Burgo y Lérez. El delegado de la consellería, Eudosio Álvarez, recibió ayer a una representación de los 108 afectados en los tres ámbitos, a la que garantizó la retirada del proyecto y su traslado a otras ubicaciones que aún están sin definir. Ahora el Concello estudia un lista de bolsas de suelo para proponer al Ejecutivo autonómico posibles emplazamientos.

El departamento de la Xunta garantizó la eliminación de esta actuación diseñada para las áreas denominadas Carballedo (736 viviendas) Pasarón 1 (251) y Pasarón 2 (172). Para ellas se planteaba la urbanización de los terrenos y la posterior construcción de bloques que albergarían algo más de 975 pisos susceptibles de protección y otros 182 para el mercado libre.

Los terrenos ya se calificaron como afectados y ayer se garantizó que dentro de unos días se publicaría el procedimiento inverso. Mientras esto no se produce, la consellería confirmará la supresión del proyecto con cartas dirigidas a los vecinos.

Cerca de una veintena de integrados en la Plataforma de Afectados por el Plan Sectorial O Burgo-Lérez obtuvieron ayer todos estos acuerdos después de insistir al delegado acerca de lo inadecuado del planteamiento. Algunas de sus argumentos fueron los de la "destrucción de la cultura urbanística y del modo de vida" de ambos barrios. Asimismo, también denunciaron que con esta concentración de viviendas "la ciudad se dividiría en ricos y pobres".

De todos modos, Eudosio Álvarez ya advirtió que Vivenda mantendrá este proyecto para la ciudad, si bien en otros emplazamientos. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, también en contra de su desarrollo en O Burgo, indicó a los vecinos recientemente que iba a proponer otras parcelas a las que poder trasladar este recinto residencial. Algunas de ellas ofertadas por los mismos propietarios contrarios al plan para O Burgo. Ahora en la consellería de Vivenda ya analizan de forma paralela diversas lugares sin especificar cuál consideran como más adecuado tras el frustrado intento de este desarrollo.

Para el presidente del colectivo de afectados la anulación del plan es "una noticia positiva" y apunta que al término de la charla en la delegación de Vivenda el sentimiento generalizado era de "alegría". Francisco Romero Fernández también relató que se trata de algo beneficioso para toda la ciudadanía, puesto que las arcas municipales no obtendrían beneficios con el desarrollo de estas bolsas de suelo, al contrario que si fuese realizado por una promotora privada.

Pese al anuncio, se presentarán las alegaciones

El anuncio de la anulación de este plan sectorial para O Burgo-Lérez colma las expectativas de los afectados. Sin embargo, mantienen la presentación de las alegaciones. Así, mañana se personarán de nuevo en la delegación de Vivenda para entregar sus quejas contra este desarrollo. Se trata de documentos firmados por los 108 dueños de bienes inmobiliarios que de un modo u otro resultaban agraviados. Serían únicamente de propietarios, no de vecinos próximos a estos ámbitos. Además, desde la agrupación estiman que "el número real es muy superior a ese centenar, puesto que en cada una de las viviendas residen, de media, tres o cuatro personas".

Los vecinos asistirán el próximo día 22 al pleno municipal que se desarrollará en el Teatro Principal para conocer qué moción unánime se enviará a Santiago en contra de la actuación. Por otro lado, también ayer y con el plan ya retirado, lograron el apoyo institucional de la Diputación.

Las dificultades surgidas en el municipio capitalino con respecto a este plan sectorial no son nuevas para Vivenda. En la comarca también verán alegadas las ideas planteadas para Sanxenxo y Marín. En el primer caso el gobierno local se opone a 400 pisos en Padriñán. En el segundo, la consellería ya redujo el número de casas afectadas en San Xulián, pasando de once a una.