Los vecinos de O Burgo presentarán el próximo día 17 en la delegación de Vivenda más de un centenar de alegaciones contra el Plan do Solo de Galicia, que reserva dos polígonos en el barrio pontevedrés para la construcción de viviendas protegidas.

En total, firmarán las alegaciones 110 residentes, cuyos representantes se entrevistaron ayer con el alcalde, Miguel Fernández Lores, y el edil César Mosquera para conocer de primera mano las reservas del gobierno local al plan de la Xunta.

A la salida, los vecinos apuntaron su impresión positiva: "Con el alcalde hemos sacado muy buenas conclusiones, por lo que vemos los tres grupos políticos con representación municipal están de acuerdo en buscar la forma de anular este proyecto", indicó el portavoz de los afectados, Francisco Romero Fernández.

Éste será uno de los vecinos que mañana se entrevistará con una delegación de la Consellería de Vivenda que se desplazará hasta Pontevedra para tratar con los residentes sus reservas al plan. La reunión se celebrará en la delegación de Pontevedra partir de las 13.30 horas.

Por su parte, el alcalde trasladó a los vecinos el acuerdo al que llegaron nacionalistas y socialistas para presentar alegaciones conjuntas al Plan do Solo, mientras que los populares ya habían manifestado con anterioridad su disconformidad con este proyecto de la administración gallega.

El gobierno local "comparte totalmente" (como reiteró ayer el regidor) el espíritu del plan de favorecer el acceso a la vivienda de amplios sectores de población que, dado los elevados precios, no podrían comprar un piso en venta libre, e incentivar la construcción, un sector especialmente perjudicado por la crisis y que constituye uno de los motores económicos de Pontevedra, "o terceiro sector productivo", matizó Fernández Lores. Con todo, el gobierno local entiende que la Xunta debió de seleccionar otros terrenos ya que los elegidos son cuatro de las únicas cinco bolsas de suelo que todavía quedan por desarrollar en el Plan de Urbanismo.

El alcalde recordó en este punto que "tanto os veciños coma o concello pensamos que hai que buscar alternativas porque un terreno urbano das características do Burgo non é o máis axeitado para facer vivendas de promoción pública, por moitas razóns e entre elas porque as expectativas que pode haber alí sobre o precio do solo, ao ser un terreo urbano, son superiores ao que se considera que pode repercutirse nunha vivenda de promoción pública".

Como alternativa, el concello plantea que se seleccionen otras bolsas de suelo rústico (existen, asegura "amplas zonas" disponibles) que linden con el suelo urbano o urbanizable y que carecen de especial protección. Se seleccionarían nuevos espacios anexos a suelo urbano y que estén conectados con él "mellorando así tanto as posibilidades económicas dos propietarios como a viabilidade económica do Plan Sectorial", recuerda el gobierno local.